ZACATECAS. A pesar de los avances científicos, la ignorancia y la discriminación persisten como los principales obstáculos en la lucha contra el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH). El infectólogo Arnulfo Joel Correa Chacón lamentó que el principal problema para enfrentar dicho padecimiento sean estos dos factores.
En el marco del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, el especialista señaló que muchas personas infectadas tienen miedo de buscar atención médica al considerar que el diagnóstico es “una sentencia de muerte”. Este temor complica su tratamiento, ya que suelen acudir a consulta en etapas avanzadas de la enfermedad.
“En lugar de buscar atención oportuna para evitar complicaciones, llegan prácticamente en las etapas finales, cuando, si se diagnostican a tiempo, ya no debería haber ni una sola muerte por VIH”, declaró.
Persistencia del estigma y la discriminación
Correa Chacón también denunció que el estigma y la discriminación siguen siendo comunes en los entornos laborales, pues muchas empresas despiden a los pacientes tras ser diagnosticados. Incluso, algunas exigen no tener la enfermedad como requisito para trabajar, lo cual viola los derechos humanos.
En cuanto a la sociedad en general, el infectólogo lamentó que persisten los temores infundados hacia las personas con VIH, “como si fuera la lepra de la Biblia”. Recordó que el VIH es una enfermedad crónica degenerativa, similar a la diabetes o la hipertensión, y que no representa un riesgo de transmisión por convivir, abrazar, saludar o besar a una persona infectada.
Impacto global del VIH
Cada año, se diagnostican 1.5 millones de nuevos casos a nivel mundial, mientras que alrededor de 40 millones de personas viven actualmente con el virus. A pesar de los avances, el VIH sigue cobrando unas 700 mil vidas al año debido a diagnósticos tardíos, una situación que ya no debería ocurrir, enfatizó Correa Chacón.
VIH como una enfermedad crónica degenerativa
Gracias a los avances médicos, el VIH ahora se considera una enfermedad crónica degenerativa. Un paciente con buen control de su tratamiento puede llevar una vida con calidad al 100 % y una expectativa de vida similar a la de una persona sin el virus.
“Si el paciente mantiene una carga viral indetectable con su tratamiento, puede casarse, tener hijos y no transmitir la enfermedad. Incluso, una mujer embarazada con VIH que esté bien controlada puede tener hijos completamente sanos”, explicó el infectólogo.
Tratamientos preventivos
El especialista destacó la disponibilidad de la profilaxis preexposición (PrEP), un medicamento preventivo para personas con alto riesgo de contraer VIH. Este tratamiento consiste en tomar una pastilla diaria y reduce significativamente las posibilidades de infección.
Los grupos de alto riesgo incluyen hombres que tienen sexo con hombres, mujeres transgénero, usuarios de drogas intravenosas, personas con parejas serodiscordantes, quienes han tenido infecciones de transmisión sexual recientes y quienes se dedican al trabajo sexual.
El PrEP está disponible de manera gratuita en los servicios de salud, previa consulta médica. Además, se sigue promoviendo el uso de preservativos como medida adicional de prevención.
Recomendaciones para la detección temprana
Correa Chacón recomendó que todas las personas con una vida sexual activa se realicen al menos una prueba de VIH al año, mientras que quienes pertenecen a grupos de riesgo deberían hacerse dos pruebas anuales.