ZACATECAS. El obispo Sigifredo Noriega Barceló enfatizó que lo que corresponde a la iglesia es prepararse para atender a las personas “que se sienten derrotadas y frustradas, porque es más difícil levantar el ánimo que atender a la gente que va con una ilusión del sueño americano”.
Lo anterior, tras lamentar las medidas tomadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump: “duele mucho no solo la deportación de paisanos, sino también el tema de los aranceles. Esto agudizará la problemática económica”.
En este sentido, advirtió que no solo México y Canadá resultarán afectados sino también el mismo país del norte, “porque no puede suplir de la noche a la mañana a tanta gente, sobre todo en ciertos trabajos que no tan fácilmente los realiza otra persona”.
El líder religioso reconoció que mucha gente siente tristeza y frustración, “pero tenemos que levantarnos así como lo hacemos en otras ocasiones. Tenemos que poner de lo nuestro y ser solidarios con el más necesitado, también ser inteligentes para buscar soluciones”.
POCO MOVIMIENTO
El obispo señaló que desde diciembre y enero bajó considerablemente la afluencia de migrantes de paso en los espacios donde la iglesia los atiende. “Desde que ganó el señor Trump mucha gente no salió”, insistió.
Asimismo, expuso que en la zona de Tapachula se reportan menos caravanas, “no solo el paso por México se dificulta, sino también en la frontera donde ya hay demasiadas personas. Eso complica la atención, pues el tema es principalmente gestionado por voluntarios y se cansan”.