La Cumparsita
No existe nada más liberador para la aterrada alma, sobre todo en estos años de muchos balazos y más ideológicos bandazos, que leer los diarios y enterarse que los maestros afiliados al SNTE voltearon de cabeza la ciudad durante toda la semana, sin que haya alguien que tenga el oficio político, en el gobierno estatal, para negociar y lograr acuerdos.
¿De verdad es complicado sentarse a construir acuerdos políticos con el sindicalismo magisterial? Pues parece que yes. Hemos visto a los taxistas haciéndola de tos, en sus flamantes vehículos del año, y enfrentando a los profes como si se tratara de vándalos que salieron a la calle a exigir más y más conciertos de Bad Bunny o Natanael Cano. ¡Qué mal se vieron, la neta!
Y si a eso le agregamos la huelga en la Benemérita UAZ, pues podemos sostener que el gobierno del rancho carece de operadores políticos de altura. Del ciudadano gobernador no puedo señalar nada, simple y sencillamente porque no se le ha visto por estos lares, tratando de enfrentar personalmente los problemas de los profes y de la máxima casa de estudios.
Sostengo que no tiene nada de incorrecto que el jefe político de la entidad actúe como tal y tome decisiones para solucionar los problemas que afectan a sus conciudadanos. Es la pura neta.
Y es que se siente regacho que doña Lupita, la que vende dulces frente a prepa 2, no tenga que llevar nada a su casa para el sustento; que don Macario, que vende churritos con salsa, ande con el Jesús en la boca porque no hay alumnos que le compren sus productos o que doña Emiliana nomás no tenga quién le compre sus gorditas.
Y podemos hablar de muchos comerciantes más, formales e informales, que no la ven llegar porque la UAZ está en paro. ¡Qué triste situación de esta pobre gente!
En el caso de la máxima casa de estudios está claro que las elecciones de rector se adelantaron e, independientemente de quien esté a favor o en contra de la huelga, hay muchas situaciones que deben revisarse, pero difícilmente todas se resolverán en favor de los maestros.
Y es que el problema está desde el ingreso de muchos compas, pues difícilmente se sabe cómo entraron, a esto le llamaremos “la multiplicación de las horas clase”, pues muchos que ya tienen años de hora-clase nomás no se han podido promover, por la simple y sencilla razón de que esas horas ya están ocupadas por los de nuevo ingreso y otros no se han podido basificar, pues porque primero los cuates y si sobra materia de trabajo ya veremos. ¡Malo, muy malo!
Y si a todo lo anterior le agregamos que algunos siervos del señor se la han pasado dejando hijos e hijas tirados por el rancho, pues estamos en la antesala del Apocalipsis. Yo no creo en el celibato ni la castidad de los hombres religiosos, pero rechazo la hipocresía de quienes se autodenominan célibes y castos y, en la primera ocasión, andan embarazando mujeres sin preocuparse de su bienestar y el de los hijos o hijas que hayan procreado.
La Iglesia Católica, Apostólica y Romana, obliga al celibato y señala que “los clérigos están obligados a observar una continencia perfecta y perpetua por el reino de los cielos”, lo que parece que olvidó VMG, quien tuvo relaciones con una mujer a la que dejó abandonada con una criatura, sin poner en conocimiento de sus superiores tal situación y que, olvidando su obligación, sigue repartiendo bendiciones, ceniza y absoluciones a diestra y siniestra. ¿No le da vergüenza? ¿Sus jefes lo toleran? Pues qué terrible que haya sujetos sin moral, que no respetan sus cánones y las leyes vigentes.
La primera obligación que tiene mi distinguido clérigo es reparar su falta y cumplir las leyes; y la mejor demostración es ir con sus jefes y confesar sus pecados. ¿Qué pensarán sus feligreses, si supieran de las faltas de este cuate, cuando les ofrece el cuerpo de Cristo? Chale, yo estimo que el compita debe ser castigado con toda la fuerza del matrimonio: que sufra como todos. ¿A poco no?