CIUDAD DE MÉXICO. El venezolano Jesús Enrique Colombo confirmó alternativa con el toro Bailador de Rancho Seco, número 139, de 542 kilos. Expresó su voluntad de triunfar desde que recibió al primer astado del encierro con un lance de rodillas, seguido por una tanda de chicuelinas.
El venezolano colocó banderillas con solvencia. Tras la ceremonia, que encabezó Joaquín Angelino, cumplió con la muleta. Despachó al tercer viaje con la espada. Silencio.
JOAQUÍN ACORTA LA FAENA
Joaquín Angelino de Arriaga enfrentó al primero de reserva de Pastejé, Piteador, luego que el ejemplar de la ganadería titular saltara al callejón y se lesionara, por lo que fue sustituido.
En tanto, Juan Pedro Llaguno entró a realizar un quite por navarras, al que respondió Angelino con uno por chicuelinas.
Joaquín colocó banderillas, el tercer par, al violín. Al tomar la muleta, probó por ambos pitones y al ver que el astado se revolvía pronto para buscar hacerle daño, lo destroncó con muletazos firmes.
El matador acortó la labor y terminó de estocada entera, tendida y un golpe con el descabello. Silencio.
Angelino de Arriaga, a su segundo, Majadero, de 515 kilos, le dio un brillante saludo capotero, tras un breve puyazo, cuajó un quite por chicuelinas.
Protagonizó un gran tercio de banderillas. Realizó una faena reposada, mayormente por naturales, aunque logró mayor dimensión y hondura con los derechazos. Mató al segundo viaje con la toledana. Recibió un aviso y dio vuelta al ruedo.
EL ESFUERZO DE LLAGUNO
Juan Pedro Llaguno, con el tercer toro Mochilero, número 169, con 483 kilos, ejecutó un reposado quite por verónicas. Calentó al tendido al clavar banderillas con entrega, por lo que le sonaron las dianas.
Debió lidiar a media altura, ya que el ejemplar perdía las patas y daba embestidas incómodas. Llaguno se esforzó al lidiar y terminó tras varios viajes con la espada. Palmas.
EL VALIENTE COLOMBO
Enrique Colombo, bajo el aguacero, recibió al quinto, Psicólogo, de 455 kilos, con capotazos rodilla en tierra. Se esforzó en banderillas.
De nueva cuenta, el venezolano se puso de hinojos para realizar los primeros muletazos. Ya en pie, el público le respondió con oles la buena ejecución de las tandas.
El ejemplar se fue a tablas y el venezolano le sacó partido. Media estocada fue suficiente para hacer doblar y dar vuelta al ruedo.
FINAL CON APLAUSOS
Juan Pedro Llaguno, con el último toro del encierro de Rancho Seco, que llevó por nombre Reproche, invitó a sus alternantes a colocar banderillas y destacó la terna.
El astado presentó una embestida incómoda y el de Querétaro estuvo tesonero para sacar cada muletazo, sin perder la clase. Concluyó a la segunda estocada. Palmas.
Al terminar el festejo, y tras la votación realizada en redes sociales de La México, se entregó el trofeo Banderilla de Oro a Joaquín Angelino de Arriaga.