ZACATECAS. Trabajadores del Hospital General de Zacatecas denunciaron que este viernes se cancelaron las 12 cirugías programadas para el turno matutino por falta de materiales.
Explicaron que la tarde del jueves se terminaron los anestésicos y otros medicamentos básicos que se emplean en casi todos los procesos médicos, aunado a los faltantes cotidianos que padecen.
Expusieron que personas ya canalizadas y en la sala de espera para ser ingresadas a quirófano, que pasaron horas en ayuno, y que además esperaron durante meses su fecha, tuvieron que irse “porque a las 9 les avisaron que no había medicamento para anestesiar y por eso se cancelaba”.
Afectados
Entre los afectados se encuentra un paciente pediátrico a quien le iban a amputar un pie y provenía desde Villa de Ramos, San Luis Potosí.
Trabajadores que pidieron el anonimato dijeron que por ética profesional ya no pueden permitir que en un Hospital General ocurran estas situaciones cuando, de por sí, 34 claves del cuadro básico de medicamentos se ha hecho costumbre no tenerlas como es insulina, paracetamol, para hipertensión, diabetes y otros.
Lamentaron que el director del Hospital, Luis Gustavo Montañez, quien también está a cargo del Órgano Público Descentralizado (OPD) del Instituto Mexicano del Seguro Social para el Bienestar (IMSS Bienestar), no haya movido un dedo para resolver la problemática en cuanto supo que el anestésico se terminó.
“Tan fácil como hacer un oficio de petición al IMSS ordinario para pudiera resolver”, enfatizaron.
Sin embargo, los trabajadores dijeron que al parecer desestima que la gente tenga que venir de lejos, como de Pinos, “al cabo no se quejan”, sobre todo por el temor de que si lo hacen ya no los operen.
A este problema se añade que, al cancelar las cirugías se desperdicie material y equipo que también les hace falta, como las mangueras para canalizar “y que también se nos han acabado”.
Comentaron que un fin de semana no tuvieron sanitas, que son tan indispensables en el lavado de manos, por higiene y seguridad con el contacto con los pacientes.
Dijeron que un paciente con hipertensión se quejó porque requiere su medicamento “sí o sí” y llegó a reclamar porque no había nada.
Reiteraron que la escasez se viene arrastrando desde hace ya un tiempo, y cuando suele haber, se termina rápido y no todas las personas alcanzan, “pero cada vez estamos carentes de más y más cosas”.
Este déficit, reconocieron los colaboradores inconformes, ya ha repercutido incluso en que la gente se comporte cada vez más agresiva con ellos, “las mentadas de madre sobran en todos los servicios y por eso tenemos que alzar la voz”, dijeron.