MONTE ESCOBEDO. Con su carrito de tostadas y duritos, don Valente ha recorrido las calles de Monte Escobedo por más de 30 años, lo que lo convirtió en un personaje muy popular entre los habitantes del pueblo por su trabajo duro y sabor inigualable en los antojitos que ofrece.
La jornada de Valentín Ortiz Valenzuela, mejor conocido como don Valente, comienza a las 4 horas, cuando inicia a preparar los productos que ofrecerá desde las 10 hasta las 15 horas.
“El negocio empezó de muy poca cosa”, comentó don Valente, quien ahora concentra su ruta en la calle de la Parroquia, frente a la cafetería local, después de haber intentado sin éxito expandirse a Mezquital del Oro y otras comunidades durante las festividades.
Su menú es sencillo, pero satisfactorio: tostadas con salsa a siete pesos, con cuerito a 14, duro con cuerito a 17 y cuerito preparado a 22 pesos.
Cada pieza lleva “cuerito curtido o trompa”, explicó don Valente, quien se ha mantenido en el gusto de su clientela por más de tres décadas por su salsa de inigualable sabor y su calidez al atender a las personas.
SABOR DE PUEBLO
Entre los clientes más asiduos de don Valente se encuentran personas originarias de Monte Escobedo, que ahora viven en Zacatecas capital, pero que cada vez que visitan el pueblo aprovechan para darse “sus zapalacadas”, como se le conoce a sus productos y que él mismo avala con orgullo.
A pesar de la aparición de otros vendedores similares, a don Valente se le reconoce como el primero en ofrecer estos antojitos en un carrito, lo que se traduce en un legado de sabor que continúa por las calles del municipio del suroeste del estado.
“Invito a toda la gente a que venga a conocer Monte Escobedo, un pueblo con mucha historia y tradición.
“Y cuando vengan, no se vayan sin probar mis tostadas, que llevan 35 años conquistando paladares con un sabor que solo aquí van a encontrar”, expresó don Valente, mientras acomodaba cuidadosamente sus productos.