WASHINGTON. Al menos ocho jueces migratorios recibieron notificaciones de que serían despedidos ayer, según dos fuentes citadas por medios locales y el sindicato Federación Internacional de Ingenieros Profesionales y Técnicos.
La nueva ronda de despidos afectó a tribunales en Massachusetts, California y Luisiana, mientras la Administración Trump continúa con sus esfuerzos de reducir el Gobierno y aumentar las detenciones relacionadas con la migración indocumentada.
Los 700 jueces de los 71 tribunales de inmigración en Estados Unidos son los únicos que pueden revocar la residencia de una persona y emitir una orden de expulsión para quienes llevan más de dos años en el país y están en proceso de deportación.
«No podemos dar a todos un juicio, porque hacerlo llevaría, sin exagerar, 200 años. Necesitaríamos cientos de miles de juicios para los cientos de miles de ilegales que enviamos fuera del país», publicó Trump en sus redes sociales el lunes.
Varios tribunales ya cuentan con vacantes después de que la Administración Trump despidió o recibió las renuncias de más de 100 empleados judiciales, entre ellos más de dos docenas de jueces.
Los jueces migratorios revisan un promedio de 500 a 600 casos al año. Y se estima que en el último trimestre de 2024 había casi 4 millones de procesos pendientes.