CALERA DE VÍCTOR ROSALES. Los pacientes del Hospital de Especialidades en Salud Mental (Hesalme) que permanecían en casa con su tratamiento controlado han vuelto al nosocomio debido a que el medicamento se les terminó y no les surten sus recetas por el desabasto de fármacos, los cuales las familias no pueden costear por su alto precio.
Desde hace dos meses, la falta de medicinas originó “una alta incidencia de hospitalización de pacientes crónicos, de tal forma que el hospital permanece al 100 por ciento de su capacidad y se han tenido que regresar [a las personas] porque no tenemos dónde instalarlas”, expresó uno de los empleados del centro médico.
Recordó que el nosocomio de Calera de Víctor Rosales “es el único hospital de internamiento del estado, que atiende a pacientes locales, de San Luis Potosí y Durango.
“Pero al igual que el Hospital General de Zacatecas (HGZ) estamos a nada de restringir la atención, de cerrar por la austeridad, por la situación económica de la gente y por las carencias del espacio”.
El trabajador del centro médico recordó que, con salas de atención y cabañas, cuatro camas de urgencias y un aislado, son alrededor de 32 espacios, los que en este momento resultan insuficientes. “Tenemos más gente que nunca y la incidencia de tratamientos está a la alza de manera alarmante”.
Pese a lo anterior, mencionó que el medicamento se distribuye “a cuentagotas” y los pacientes de escasos recursos no pueden pagar tratamientos de hasta 2 mil pesos.
Es así que el personal del nosocomio señaló: “ya no podemos más, no hay forma ya de que el hospital pueda seguir con esta situación, el incremento de pacientes es preocupante ante la falta de medicamentos”.
“LA SITUACIÓN EMPEORA”
Pese a que hace dos meses denunciaron a NTR Medios de Comunicación sobre el mal estado de los alimentos, familiares de pacientes y trabajadores del Hesalme aseguraron que la comida “sigue siendo pésima. De hecho ha empeorado, está más decadente la situación, no hay medicamento, no hay insumos, ni siquiera para que la ambulancia funcione correctamente”.
Lo anterior, ya que señalaron que cuando se requiere combustible para la ambulancia no se les otorga al igual que desde hace varios meses “y cuando solicitamos llantas nos han llevado gallitos”.
Los parientes de los internos destacaron que el personal del hospital “saca de su bolsillo para alimentar a nuestros familiares, pues de otra manera el medicamento puede provocar otras situaciones, ya que es muy fuerte. Pero no podemos seguir así”.
Añadieron que con el Instituto Mexicano del Seguro Social para el Bienestar (IMSS Bienestar) “lamentable nos vendieron la idea de que con ello los servicios serían universales, pero desde entonces en este hospital solo se brinda la atención, pero no medicamento.
“Luego cuando uno acude al IMSS o al ISSSTE con la esperanza de que ahí les surtan [el fármaco] nos dicen que ahí no nos los pueden dar. Es así que traen a la gente de un lado para otro sin resolverles”, expusieron.