ZACATECAS.– En la apertura de su exposición Pasión por lo cotidiano, que permanecerá seis meses en el Museo Zacatecano, el connotado fotoperiodista fresnillense Pedro Valtierra Ruvalcaba agradeció a quienes han caminado junto a él en la travesía del periodismo.
En su dedicatoria, agradeció a quienes le enseñaron a trabajar, los primeros pasos en la fotografía y la importancia de leer para comprender el entorno y retratarlo mejor.
Elogió a sus hijos y Ana Luisa, su compañera, “y a mis padres, Socorro Ruvalcaba y Juan Valtierra Ortiz, quienes me enseñaron a ser pobrecito, pero limpio y decente”, espetó Pedro Valtierra, visiblemente emocionado, y soltó las lágrimas.
Para Pedro Valtierra, según sus palabras, los fotoperiodistas “sólo tenemos nuestros ojos y nuestra alma para poder ver lo que retratamos, no buscamos robarle el alma a nadie; al contrario, nuestros personajes, cada uno con sus problemas, deben quedarse serios ante nuestras cámaras y discretamente les robamos un pedazo de su vida para que se publiquen en los periódicos”.
Y añadió: “tampoco buscamos la gloria ni la fama. Cuando trabajo, sólo pienso que mis imágenes sólo pueden abonar para tener un mundo mejor para todos, que haya menos injusticia, menos violencia contra las minorías, los niños, las mujeres y los jóvenes que mueren, y también menos violencia contra los periodistas”.
“Únicamente quiero que mis fotos sirvan para hacer el bien, para que sus ojos y sus almas las disfruten o que les permitan acercarse a los hechos que ocurren en otras parte, y para guardar en nuestra memoria colectiva lo que pasa en nuestro país y en el mundo, para que no olvidemos, para que los jóvenes, cuando estén como yo, sepan que aquí han pasado cosas dolorosas y tristes”,
Pasión por lo cotidiano da cuenta de ciudades convulsas, fotos inéditas que trascendieron a su autor, gafetes, galardones y material que condensan 40 años de labor periodística, lo que también se puede contemplar en los 500 ejemplares del catálogo impreso para la ocasión.