Zacatecas.- Habitantes de varias comunidades de Pinos han sido despojados de sus vehículos, golpeados y tratados de manera prepotente por policías municipales, por lo que un grupo de ciudadanos acudió este jueves a la Secretaría General de Gobierno para pedir una solución a este problema.
“Nos tiran al piso, nos detienen y hasta nos golpean”, expresaron los afectados, quienes afirmaron que incluso menores de edad han sido víctimas de esos atropellos.
Juan Antonio Moreno, procedente de la comunidad El Refugio-Los Ortiz, encabezó la comisión de personas afectadas.
Dijo que vino de Estados Unidos para pasar en Pinos unos días con sus familiares y que también fue víctima “de los que se hacen llamar policías”, quienes, además, andan encapuchados para que no los reconozcan.
Moreno narró que cenaba cuando, de repente, llegaron los elementos de la corporación municipal y quisieron llevarse su camioneta; al no poder arrancarla, se molestaron y agredieron a la madre del quejoso, por lo que le aventaron las llaves y la lastimaron.
Por ello, el afectado interpuso una denuncia e hizo responsable al ayuntamiento de Pinos de lo que pueda pasarles a él o a sus familiares, ya que las autoridades municipales han hecho caso omiso a las quejas de la ciudadanía, recalcó.
Dijo que esto sucede a pesar de que varias personas, en reiteradas ocasiones, han acudido ante las autoridades municipales a manifestar esta problemática, pero las ignoran.
Expresaron que es lamentable que Zacatecas incluso sea más peligroso que otras entidades, pues los afectados aseguraron que han visitado estados como Guanajuato, San Luis Potosí, incluso Jalisco, en donde las autoridades “no son tan abusivas”.
Comentaron que las dos patrullas que entran a las comunidades llegan con elementos dispuestos a levantar a tres o cuatro personas, “sin deberla ni temerla”, a ciudadanos que nunca en su vida han probado alcohol; por si fuera poco, además de no deber nada ante la justicia, los insultan y “hasta nos mientan la madre”, acotaron.
Los quejosos dijeron que cuando la gente de las localidades se atreve a acudir a la Dirección de Seguridad Pública a reclamar, les cambian los oficiales y luego les preguntan si los reconocen, por lo que los habitantes de ese municipio del sureste zacatecano se preguntan qué ley es la que permite ese tipo de abusos.