Luis Moya. Desde el 29 de mayo, más de 700 empleados de la minera Real de Ángeles, Unidad El Coronel, del Grupo Frisco, ubicada en Luis Moya, permanecen en paro laboral debido a que no cuentan con las condiciones necesarias para el desempeño de sus labores.
Los trabajadores exigen, principalmente, que no se les descuente 58 por ciento de sus utilidades cada año, que se les dote de alimentos y que construyan sanitarios en el inmueble.
Mencionaron que los dos sindicatos a los que se adhirieron anteriormente, al de Tianguistas y al de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), en los que les prometieron luchar por mejores salarios, nunca les cumplieron; “al contrario, estaban de lado de la empresa”, dijo Diego Armando Lara Ruíz, representante de los inconformes.
Ante ello, decidieron ser parte del Sindicato Nacional Minero Metalúrgico Napoleón Gómez Sada (SNMMNGS), con el que esperan obtener mejores resultados.
Expresaron que el año pasado también fue necesario llevar a cabo un paro laboral, debido a que se empezó a despedir injustamente a algunos de los trabajadores, específicamente a cuatro, sólo por pedir lo que les corresponde de utilidades, pues apenas reciben 42 por ciento de lo que por ley les corresponde.
Sobre ese punto, mencionaron que la parte restante, 58 por ciento, se destina para repartirse en otras unidades mineras.
Aclararon que al realizar el paro de labores, los directivos de la empresa les advirtieron que si no reiniciaban el trabajo en 72 horas, serían despedidos, aunque hasta el momento no han firmado documento alguno, “ni renuncia, y tampoco hemos recibido finiquito”, añadieron.
Lo que más les preocupa es que les fue congelado el recurso que tenían acumulado en su cuenta de ahorros y en las tarjetas de débito, a través de las cuales les pagan, lo que consideraron una injusticia.
Agregaron que ellos están en la mejor disposición de dialogar, pero lamentaron que los directivos de la empresa no se hayan prestado para ello.
En días pasados acudió personal de gobierno del estado para tratar de solucionar el conflicto, pero nada pudo resolverse; “el funcionario que vino, Epifanio Gutiérrez Herrera, de la Unidad de Administración y Finanzas, dijo: ‘pues a ver si vienen los de la mina’”, externaron.
Los manifestantes dijeron que es necesario que las autoridades se pongan en su lugar, que el gobernador Miguel Alonso Reyes haga lo pertinente y demuestre que realmente le importa el bienestar de los zacatecanos.
Recordaron que más de 2 mil familias, no sólo de Luis Moya, sino de otros municipios cercanos, como Loreto y Ojocaliente, dependen de la actividad minera.
Lara Ruiz externó que aunque el gerente de la mina, Néstor Chávez, les ha dicho que “el trabajo ahí está”, los trabajadores requieren que se les garantice que no serán despedidos, “pues con cuatro faltas acumuladas tienen derecho a echarnos de la empresa, por ello queremos llegar a un arreglo, ya que estamos en paro laboral desde el 29 (de mayo)”.
A la unidad minera acuden a laborar personas de comunidades como Buenavista, Boquillas, Noria de Molinos, San Juan, Maravillas, Chepinque, Sauceda, El Rascón, entre otras.
Los quejosos dijeron que permanecerán en las instalaciones de la mina, ubicada a unos 18 kilómetros de la cabecera municipal de Luis Moya, hasta que se dé respuesta a sus peticiones, que, además, calificaron como justas.
Mientras tanto, el alcalde de Luis Moya, José Manuel Jaime Delgadillo, informó que, como autoridad no, ha intervenido en el conflicto, que ha preferido mantenerse al margen, pero que si los mineros solicitan atención, serán respaldados.