La iniciativa de la Reforma Energética presentada por el presidente de México, Enrique Peña Nieto, ha causado grandes controversias con motivo de los cambios que plantea, algunos de los cuales tocan el corazón del nacionalismo petrolero mexicano y su joya de la corona: Pemex.
Diversas posiciones políticas coinciden en que son necesarios los cambios en el sector petrolero y eléctrico, pero no se ponen de acuerdo con el método y los detalles de la cadena de producción petrolera y eléctrica que hay que analizar y cambiar.
La iniciativa presentada asegura que reformando los artículos 27 y 28 constitucionales “Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no se privatizarán, seguirán siendo 100% públicas y 100% mexicanas.
“Todo el petróleo y el gas seguirán siendo de la nación y se permitirá la participación privada en exploración, extracción, refinación, petroquímica, transporte y almacenamiento”, explican en la página digital de la Presidencia los 10 “beneficios” de dicha reforma.
En cuanto a la electricidad, se consentirá la participación de la iniciativa privada para generar y vender energía por medio de la red pública nacional.
De acuerdo con datos de Pemex, sus ventas en 2012 fueron por 128 mil millones de dólares; estos números la posicionan en el lugar 15 de América Latina y 34 en el mundo.
México es el sexto en el mundo en reservas de gas lutita y séptimo en reservas de shale oil. Sus reservas de petróleo aseguran 30 años de producción a Pemex.
Emilio Lozoya Austin, director general de Pemex, declaró que la iniciativa de Reforma Energética generará más empleos, de paso respondió al líder del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, asegurando que la reforma no es un atraco:
“Un atraco es quien propone endeudar a los mexicanos, Pemex ya no puede seguir endeudado”, refiriéndose a la economía de Pemex como endeble.
Los más de 100 mil millones de dólares anuales que capta la paraestatal son insuficientes para mantener a la compañía con números positivos, pues muchos de sus recursos los utiliza para sostener las finanzas gubernamentales.
El diputado del Distrito 21 en la ALDF, Jorge Agustín Zepeda Cruz, señaló que no están peleados con la apertura para la innovación tecnológica en Pemex, pero sí con las concesiones de ese tipo de servicios. Por ello, menciona que se tienen que analizar todos los aspectos del tratamiento del petróleo: desde la explotación hasta su administración.
Según datos del político perredista, Pemex aporta casi 70% del presupuesto federal. Al hablar de que supuestamente Pemex está quebrado, Zepeda Cruz aseguró que los números dicen lo contrario y a escala internacional la paraestatal es rentable.
“En su carácter de ser el principal proveedor de recursos que se distribuyen a lo largo y ancho del país, significa que su situación de quiebra no existe: hay una pésima distribución de los recursos, un mal manejo administrativo, en cuanto a franquicias, adquisiciones y en concesiones es donde hay fugas de recursos y ahí se debe revisar”, aseveró.
Los principales estados petroleres son Campeche, Tabasco, Veracruz y Tamaulipas.
En 2009 la plantilla laboral total de Pemex era de 145,146 trabajadores; el área de explotación y producción es la que más personal ocupa (50,544 empleados).
Durante el “arranque simbólico” para una campaña de información que emprendieron asambleístas del PRD el 13 de agosto sobre la calle Madero del Centro Histórico, declaró:
“La declaración de Lázaro Cárdenas se está retomando en todos los aspectos. En su momento fue una propuesta idónea y entendemos que después de muchos años se debe modificar: sí consideraba la participación de empresas privadas para enriquecer y contribuir al proceso de explotación petrolera, pero se necesita de un análisis más profundo.”
Para el legislador, la opinión de la población es muy importante, por lo que adelantó que la consulta petrolera que se realizará el 25 de agosto es vital, ya que la gente de a pie es la que sufre las consecuencias de los incrementos en los gasolinazos y los alimentos. “Hablan de que disminuirá el precio de la gasolina, los productos y fertilizantes, sin decir cómo; es ése el análisis que se necesita”.
Zepeda aceptó que la reforma debe ser integral, pues “el sindicato y no los trabajadores gastan los recursos: todos los dirigentes petroleros presentan enriquecimiento ilícito, porque no han llegado a fondo una serie de modificaciones políticas integrales”.
Zepeda indicó que “para dejar de ser un país dependiente tecnológicamente se debe revisar nuestros espacios académicos para saber que contamos con suficientes conocimientos en tecnología para mitigar ese vacío”.