México es un país joven, habitado por 8.5 millones de personas menores de 14 años, pero en los próximos 30 o 40 años habrá un envejecimiento poblacional y si no lo enfrentamos las consecuencias serán terribles.
De acuerdo con informes de la Cámara de Diputados, dos de cada tres adultos mayores viven en el desamparo, sin pensión ni protección social, por lo que es indispensable garantizarles condiciones mínimas de calidad de vida y otorgarles un mínimo de protección social para que se sostengan y solventen sus gastos de alimentación y otras necesidades personales.
México necesita un esquema de pensión universal integrado con aportaciones complementadas con recursos del Estado para asegurar a las personas en edad adulta un nivel de vida decoroso. “El Estado tiene una responsabilidad moral con ellos”.
Además hay necesidad de implementar un seguro de desempleo para las personas que perdieron su puesto de trabajo en el sector formal, ya que la economía del país no ha crecido al 3.5% que se había estimado.
Datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público reconocen que el crecimiento será casi de 3% “y eso implica también una pérdida de empleo”, por lo que se debe dar una alternativa a la gente sin trabajo para que tenga derecho al seguro. “Creemos que eso es posible”.