México.- Para que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se convierta en pilar de la seguridad social universal como plantea hacerlo el presidente Enrique Peña Nieto es necesario fortalecer la situación financiera del organismo, aseveró el secretario del Trabajo de la CTM, José Luis Carazo.
El representante del sector obrero explicó que el instituto enfrenta, al igual que el resto de las instituciones de salud del mundo, dos fenómenos externos sobre los que tiene poca injerencia: las transiciones demográficas y epidemiológicas.
Sostuvo que ambas ejercen presiones financieras importantes sobre el IMSS, pues al aumento de la esperanza de vida de los ciudadanos, que pasó de los 61 años a los 74 en las últimas cuatro décadas, se suman tratamientos costosos de enfermedades crónico degenerativas.
En el primer caso, agregó, la institución atiende a una población más envejecida que requiere más cantidad de servicios médicos e intervenciones cada vez más costosas y complejas.
Refirió que el gasto por persona de 65 años y más es mucho más elevado que el de un trabajador activo, amén de que le número de trabajadores activos es cada vez menor que el de pensionados, lo que hace que las cotizaciones de los primeros no sean suficientes para cubrir los gastos de prestaciones de los segundos.
Respecto al tema de la transición epidemiológica, detalló que el perfil de enfermedades ha cambiado, pues en la década de los setentas la mayoría de las defunciones eran por afecciones en el periodo perinatal e infecciones intestinales, y en la actualidad la mayor mortandad se da por diabetes mellitus, padecimientos cardiovasculares, hipertensión y cáncer.
Carazo Preciado comentó que otra fuente de presión financiera es que la mayoría de los gastos de servicios de salud en México, generalmente se ubican muy por encima de la inflación.
El dirigente cetemista sostuvo que de manera adicional el IMSS enfrenta también problemas internos que deberá resolver como su régimen administrativo y laboral excesivamente rígidos, y un régimen de jubilaciones y pensiones de sus propios trabajadores que constituyó en 2012 un pasivo del orden de los 1.9 billones de pesos.
Agregó que todo esto ha colocado a la institución en una situación precaria con fuerte déficit financiero que es de alrededor de 18 mil millones de pesos anuales, que aumentará si no cambian las cosas.
Empero, el también representante de los trabajadores ante el Consejo Técnico del IMSS afirmó que la situación es reversible mediante acciones orientadas hacia la transparencia y la eficacia de los servicios que presta y de los recursos que ejerce.
José Luis Carazo dijo que para mejorar los ingresos de la institución es indispensable aumentar la base gravable, en lugar de incrementar las tasas de contribuciones (cuotas obrero patronales).
También, dijo, el IMSS debe focalizar sus actividades hacia la atención de sus servicios y prestaciones sustantivas y trabajar en acciones concretas que resulten en incrementos a la productividad, brindando más y mejores servicios con calidad y calidez.