Guadalupe.- Paredes construidas con madera, techos que se estremecen con cualquier viento y pisos de tierra, son todo para al menos 20 familias que viven con zozobra de no poder enfrentar la temporada invernal.
“Siempre ha sido así, he andado rentando pero tuvimos la oportunidad de instalarnos aquí, si logramos esto y nos hace paso nuestro gobierno aquí se terminaría todo, viendo esto las demás personas que viven en pobreza se arman de valor y harían lo mismo, buscar un terrenito propio, donde plantarse”
A unos cuantos metros de la sede de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y frente a uno de los fraccionamientos residenciales que ha tenido mayor crecimiento en Guadalupe, paracaidistas hacen de las faldas del cerro su hogar.
En las condiciones más críticas, sin energía eléctrica y con apenas unos tambos llenos de agua potable para abastecer sus necesidades mujeres, niños y adultos han erigido en el último mes sitios para dormir.
Aquí, el apoyo gubernamental alcanza apenas para repartir una cobija y una despensa; este sitio es tan invisible que el nuevo asentamiento carece de nombre que lo identifique.
Jesús Aguilar compartió con NTR Medios de Comunicación un poco de cómo vive; para él, la pobreza nunca acaba.
“Que el gobernador, presidente trabajen, esto no termina porque cada día se ve peor y nada más es cuestión de que pongan empeño en lo que es la pobreza, no vamos a decir miseria porque todavía no estamos en eso”, indicó.
La falta de oportunidades para contar con un patrimonio lo llevó a vivir en condiciones precarias desde que recuerda.
En cuartos de apenas dos por dos metros, familias enteras cocinan y duermen.
“Siempre ha sido así, he andado rentando pero tuvimos la oportunidad de instalarnos aquí, si logramos esto y nos hace paso nuestro gobierno aquí se terminaría todo, viendo esto las demás personas que viven en pobreza se arman de valor y harían lo mismo, buscar un terrenito propio, donde plantarse”, expresó.
Pidió que los gobiernos “escuchen” a los habitantes y si las nuevas administraciones afirman que ahora sí ayudarán y “que viene la ayuda en grande”, esperemos que sea cierto.
En esta semana, las temperaturas registradas en la capital y zona conurbada han sido bajo cero; se siente el frío y lo que necesitan son cobijas, reconoció.
Desde hace 7 meses, 24 familias se han instalado de manera irregular, y se prevé que en próximas fechas pudieran llegar más pues “todavía no terminan de poner sus jacalitos”, expresó.
Ante esta situación, habitantes de la zona piden al municipio les ayuden para regularizar los predios, para poder tener una mejor calidad de vida, al menos con la dotación de los servicios básicos.
“Necesitamos agua, los niños tienen que ir aseados a la escuela, ellos más que nadie saben lo que se necesita en las circunstancias en las que estamos, una cobijitas y que nos tomen en cuenta”, apuntó.