En más de 170 países se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna destinada a fomentar la lactancia y mejorar la salud de los bebés de todo el mundo; la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud la recomiendan como modo exclusivo de alimentación durante los primeros seis meses de vida y posteriormente es recomendable seguir con la lactancia materna hasta los dos años como mínimo, complementando con otros alimentos.
La Semana Mundial de Lactancia Materna conmemora la Declaración de Innocenti, manifestada por altos cargos de la OMS y la UNICEF en agosto de 1990 con el fin de proteger, promover y respaldar la lactancia materna.
Según el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), México tiene uno de los índices más bajos en el consumo de leche materna durante el primer año de edad, el cual pasó de 22% a 14.4% en los últimos años.
Algunos de los beneficios de la lactancia materna que podemos ver en los pequeños es la reducción de riesgos de enfermar o morir en el primer año de vida, así como la disminución de riesgos de sobrepeso en la edad adulta, y mayor coeficiente intelectual.
Las mujeres que amamantan presentan una supresión de ovulación y una mayor pérdida de peso en los primeros meses posparto, comparadas con aquellas que no lo hacen o lo hacen con menor intensidad. Asimismo, la lactancia materna se asocia con un menor riesgo de sufrir cáncer de mama y de ovarios.