Zacatecas.- Para Beatriz Inguanzo, una joven de 19 años, el divorcio de sus padres y luego el abandono, provocaron que fuera alcohólica desde los 12 años y drogadicta a los 14, sin embargo recibió ayuda psicológica y ahora es feliz: hace deporte, retomó sus estudios y está con su familia.
Pedro H, otro enfermo alcohólico, estar en soledad fue una etapa muy difícil, pues tuvo problemas con sus padres, el cual hizo lo incitará a beber alcohol, pero ahora, con 20 años en rehabilitación, su vida “ha cambiado 365 grados”.
Durante un encuentro nacional de alcohólicos en el Auditorio de Derecho de la UAZ, Beatriz dijo que no tiene vergüenza que la conozcan que haya sido alcohólica, sino al contrario, tiene orgullo al superar esta adicción.
Con voz quebrada, contó en entrevista para NTR Medios de Comunicación que “todo viene desde mi infancia: a mí me dolía tener un padre que me abandonó, fueron muchos detonantes, mi mamá trabajaba mucho y yo me quedaba sola en la casa y por el miedo me la pasaba drogada”.
“Vergüenza era cuando me veían por los suelos y ahorita es una satisfacción porque hago deporte, recuperé mis estudios”, expuso Beatriz Inguanzo.
Para acercarse al grupo de Alcohólicos Anónimos (AA) comentó que ese proceso fue muy difícil.
“Van casi dos años que estoy bien, gracias al grupo, la perspectiva que tenemos los jóvenes de: hay puro viejito arrepentido va entrar (…) yo llego y empiezas con una nueva forma de vivir. Ahí te regalan herramientas, y más que nada de dejar el alcohol te enseñan a vivir la vida, como no la supimos hacer”, relató.
En este tipo de grupos “te enseñan primero a ser honesto y humilde”, mencionó tras reiterar que no es fácil dejar el consumo del alcohol.
Al referirse a los jóvenes, comentó que “está muy gruesa esa situación (el alcoholismo)” por la presunción, como de salirse al antro y estar con los amigos.
Por su parte, Pedro H dijo que su carrera alcohólica comenzó en la etapa de la secundaria, invitado por compañeros de la escuela.
“Yo sentí una euforia por el consumo del alcohol, pero tuve problemas con mi familia. Entré a la preparatoria y ahí incrementó mi consumo y de mi trabajo me corrían”, dijo tras mencionar que tiene 20 años sin consumir alcohol.
Para el día de hoy –expresó- ha cambiado su vida, recuperando a su familia y los aspectos espiritual y social, incluso tiene un negocio.
Tras recordar su etapa de alcoholismo, dijo que la soledad y sufrir humillaciones fueron los aspectos que le marcaron su vida, además del abandono de sus hijos.
“Pero ahora he recuperado a mis hijos, incluso tengo un negocio muy prospero, tengo otra calidad de vida”, dijo.