Fresnillo.- Al grito de “la raíz”, y el sonido de una pequeña bocina, fresnillenses de todas las edades se acercan a comprar el camote que Juan Manuel de la Cruz cocina diariamente y que oferta por diversas calles del municipio, acompañado de su triciclo, un cazo, un soplete y una cuchara de aluminio.
Este oficio es una actividad a la que se han dedicado a lo largo de dos generaciones, por lo que dedicarse a la venta y elaboración de camote es algo que ha hecho con amor, dedicación y entrega durante 51 años.
A pesar de que sus manos lucen desgastadas y sus ojos irritados por el humo de la leña, antes de irse a dormir pone a cocer 20 kilos de camote con dulce de piloncillo y agua, para después dejarlo reposar toda la noche.
“Para mí es un gusto que las personas se acerquen a comprar este dulce tradicional y típico de nuestro país, por eso cuando me dicen que está muy rico o que les gusta mucho como lo hago me motivo a seguir en esto”, declaró.
Aseveró que, a pesar de sus 76 años de edad, su objetivo es salir con su triciclo en punto de las siete de la mañana para deleitar los paladares de los fresnillenses con este rico postre, mientras cuente con vida y salud.