Río Grande.- Un caso de extorsión cibernética fue reportado en esta demarcación; la víctima es una joven de 22 años, que, debido a la investigación policial en curso, se identificó sólo como Natally. A ella la conquistaron por medio de redes sociales y le prometieron que la harían modelo, pero ahora le exigen dinero.
En entrevista para NTR Medios de Comunicación detalló que hace unos meses recibió una solicitud de amistad en Facebook, era un chico atractivo al que no conocía.
Platicaron durante varios meses, “llegó un momento en que comenzó a conquistarme, sus palabras y mensajes me parecían maravillosos, y luego de un par de semanas me dijo que quería conocerme en persona”.
A partir de ahí desarrollaron una plática más íntima. Para ese momento “le comenté sobre los negocios de mis padres, a qué se dedicaban y lo que yo hacía, por lo que él o ella sabían más de mí”, explicó.
Las autoridades en delitos cibernéticos le explicaron a Natally que aunque la persona se hubiera identificado como un joven varón, podía ser hombre o mujer.
El desconocido le ofreció a la chica una sesión fotográfica y presentarla con supuestos productores del medio del modelaje.
“Yo caí y le mandé unas fotos, luego comenzó a mandarme mensajes que no fueron gratos ya que pretendía que tuviéramos relaciones sexuales mediante videos que yo tenía que enviarle”.
A partir de este momento Natally dejó de contestarle, creyó que así la historia se acabaría, “pero estaba equivocada”. La persona del otro lado de la pantalla le exigió que el material a cambio de no publicar en la demarcación “algo mío, muy personal”.
Entonces comenzó otro tipo de extorsión. En un mensaje se le dijo a Natally que ya no había interés sexual en ella, que ahora quería 50 mil pesos, en menos de tres días, “o todos mis familiares y amigos se enterarían de que me prostituyo a través de las redes sociales, lo cual es mentira, pero tenía fotos mías, que aunque no estoy totalmente desnuda, sí se consideran provocativas”.
Las amenazas duraron varias semanas y no sólo en las redes sociales, también le han dejado mensajes anónimos en el auto, en la casa y en los negocios de sus padres.
La joven ahora sabe, por las autoridades en materia de delitos cibernéticos, que el acoso y la extorsión en medios digitales se denuncia pocas veces porque la gente teme a ser juzgada.
En la mayoría de estos casos los delincuentes actúan de manera similar: luego del contacto en redes, se ganan la confianza de las personas, piden fotografías íntimas, incitan a las víctimas a la prostitución, y ante la negativa comienzan las amenazas y demandan dinero a cambio de no difundir las imágenes comprometedoras.
Los padres de Natally hicieron un llamado a la población para que tengan precaución al aceptar solicitudes de personas desconocidas en medios como Facebook.
Además, invitaron a la gente a no tener miedo y denunciar, pues “la situación está resultando más fácil de lo que pensamos, debido a que esta persona que quiso extorsionar a mi hija utiliza palabras y términos que, luego de un análisis, han permitido identificar a las posibles personas que hicieron esto”.