ZACATECAS.- Sebastián Marroquín Santos, hijo del narcotraficante colombiano Pablo Escobar, emitió la conferencia Pablo Escobar, una historia para no repetir, con el fin de emitir a los jóvenes zacatecanos su experiencia dentro del imperio de la droga más grande de Colombia.
Ante el clima de violencia e inseguridad que se vive en el estado, el conferencista aseguró durante su ponencia que externa la historia de Colombia para que sirva de ejemplo y reflexión de salir adelante como nación.
“Puede servir perfectamente de ejemplo nuestra ciudad de Medellín, como hemos ido superando estas historias de violencia, no quiere decir que no hayan desaparecidos o que no haya violencia o cárteles en Colombia, pero cuando las personas se empezaron a comprometer, a cuidar a querer a su vecino su familiar, ahí empezó a cambiar todo”, aseguró el colombiano.
Describió que cuando el gobierno, así como la ciudadanía, se comprometieron, sólo de esa manera se pudo tener una semblanza nueva de Colombia.
“Los colombianos tocamos fondo en el tema de violencia, llegamos a extremos que ojalá en ninguno de nuestros países hermanos se vuelvan a repetir. Tenemos que prestar atención a los motivos del porqué llegamos a esos extremos como sociedad, para que no se repliquen aquí (en México), o en otro lugar”, sentenció.
Posterior a la ponencia, a pregunta expresa hecha por NTR Medios de Comunicación sobre las estrategias que implementó el gobierno colombiano para disminuir los índices de violencia e inseguridad, dijo que fue la participación de la sociedad la que sacó al país adelante.
“En el momento en que la policía y los organismos estatales comenzaron a buscar el acercamiento a través de los ciudadanos, ahí se comenzó a construir un país distinto. No quiere decir que ya todo esté sanado en Colombia. Seguimos teniendo un título muy triste de ser los primeros productores de cocaína en el mundo”, dijo.
Expuso que después del involucramiento de la sociedad en denunciar, en coadyuvar, y el respeto de las autoridades a los derechos humanos, se ganó la confianza de los ciudadanos y es ahí donde Colombia pudo cambiar.