Este jueves se preparó un cortejo fúnebre al artista y escultor zacatecano Rafael Coronel por las principales calles del Centro Histórico, donde decenas de niños y adultos dieron el último adiós al pintor, con múltiples aplausos que acompañaron el trayecto hasta el museo que lleva su nombre.
Fue a las 11:30 horas cuando la carroza con los restos del personaje zacatecano llegaron a donde fue su casa natal, en la calle Allende 109, en el centro de la capital. Ahí, ya esperaban el gobernador Alejandro Tello Cristerna, funcionarios de primer nivel, familiares, artistas locales y ciudadanos para acompañar el cortejo.
En el lugar se presentó una semblanza sobre la vida y obra del también coleccionista y promotor de arte, donde se destacó el gran legado que dejó como inspiración para los futuros artistas locales, así como su vocación por siempre buscar ir más allá, al lograr posicionar sus obras a nivel mundial.
Durante el cortejo, la avenida Hidalgo estuvo repleta de niños que, con pañuelos blancos en sus manos, despidieron al artista agitándolos, a modo de extender su reconocimiento y un último saludo.
Incluso personas que transitaban por la avenida se fueron uniendo en el cortejo, que tuvo una primera parada en la Catedral Basílica, donde el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, ofreció la bendición a los restos de Coronel Arroyo, roció agua bendita e incienso, además de dirigir oraciones para el descanso eterno.
El cortejo siguió su rumbo por la avenida Hidalgo y la calle Juan de Tolosa hasta arribar al Museo Rafael Coronel, donde antes de ingresar la urna con las cenizas, el 52 Batallón de Infantería de la Undécima Zona Militar realizó tiros de salva en su honor.
Para comenzar el homenaje se montaron cuatro guardias de honor; la primera la conformó Juan Rafael Coronel Rivera, hijo del pintor, en compañía del gobernador, la presidente de la mesa directiva en la LXIII (63) Legislatura, Susana Rodríguez Márquez; y el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Zacatecas (TSJEZ), Armando Ávalos Arellano.
En la segunda guardia participó Alfonso Vázquez Sosa, director del Instituto Zacatecano de Cultura (IZC) Ramón López Velarde, los artistas zacatecanos Ismael Guardado y Refugio Reyes; el comandante de la Undécima Zona Militar, Rogelio Castellanos Franco; y Miguel Ángel Díaz Castorena, director del museo.
El funcionario Vázquez Sosa destacó la trayectoria del pintor, por las cientos de obras que creó y que lograron trascender en el país y el mundo. En este contexto refirió que el instituto trabajará para generar acciones con el objetivo de continuar con la difusión de las colecciones que destinó al museo y que lo inmortalizaron como uno de los grandes.
Por su parte, Tello Cristerna expresó que el artista permanecerá presente entre nosotros, a través de su obra expuesta en galerías, museos, espacios públicos y privados; pues son una aportación al arte mexicano, y por los que fue merecedor de premios y reconocimientos.
“Se ha marchado pero su obra y legado permanecen, así como el invaluable patrimonio cultural que deja a Zacatecas y que se alberga en el museo que lleva su nombre”.
Enfatizó que Coronel Arroyo aportó mucho para la difusión del arte a través de su acervo, piezas que continuarán siendo un referente del arte zacatecano, y un motivo de orgullo para México.
Para terminar su mensaje, sentenció que el maestro será recordado con gran cariño por su familia, amigos y Zacatecas, “pues nos heredó obras e ideas, pero, sobre todo, el ejemplo de trabajo para seguir adelante e inmortalizar un legado”.
“Gracias y hasta siempre, maestro Rafael, este recinto resguardará la obra y genialidad de alguien que ya es inmortal, entre los mortales”.
Para concluir el homenaje póstumo se permitió a las personas que acompañaron el cortejo realizar una momentánea guardia de honor, mientras la banda de guerra del 52 Batallón de Infantería realizaron un toque de silencio, distinción que se otorga sólo a héroes de la patria caídos y personas ilustres del país, como Rafael Coronel.