Zacatecas.- El exgobernador y ahora senador de la República, Ricardo Monreal Ávila visitó Zacatecas y aprovechó para pasear por las calles del Centro Histórico visitar la Catedral Basílica, tomar un café con su esposa y planear su visita al Templo del Santo Niño de Atocha en Plateros.
Acompañado de solamente de su esposa, María de Jesús Pérez Guardado, Ricardo Monreal Ávila llegó al centro en un taxi para entrar a la tradicional misa de 8 en la Catedral Basílica. En su camino la gente lo abordó, le hacía saber su simpatía por él y el proyecto en el que ahora forma parte clave y le demuestra su cariñó.
A su salida del templo fue abordado por NTR Medios de Comunicación y declaró que desde diciembre que no visitaba Zacatecas y siempre le complace regresar a la tierra que gobernó y acudir a misa, pues aseguró que nunca ha ocultado su fe católica.
No había colaboradores de su equipo de trabajo, ni guardias de seguridad, solo él y su esposa que salieron del templo para ir por un café y planear su estancia en Fresnillo.
“Nunca hemos negado nuestra fe, hoy estuvimos aquí en Catedral y mañana vamos con el Santo Niño de Atocha para ya irnos el domingo”, precisó.
Mencionó que en cada regreso a Zacatecas le gusta desayunar gorditas, barbacoa, comer tortas de La Ideal y la birria de Los Olivares, además de tacos al vapor de Don Chuy en El Mineral.
En su camino al café fue interceptado por una señora que le demostró su admiración desde antes de que fuera gobernador, recordó aquella marcha que encabezó el ahora senador.
Ricardo Monreal aseguró que nunca le ha molestado el contacto con la gente, lo disfruta y es parte de sus ideales político, reforzar esa cercanía, por eso decidió caminar como un zacatecano de a pie.
Después de la pausa siguió su camino y pidió la confianza de los “disidentes” de la Cuarta Transformación: “Tengan confianza, estamos en una etapa de construcción de un proyecto distinto, debemos cerrar filas con el presidente López Obrador”.
Destacó que apenas hace unas horas había hablado con Andrés Manuel López Obrador sobre las medidas arancelarias que pretende establecer el gobierno de Donald Trump.
Ingresó al café, donde los comensales también lo saludaron, algunas personas fueron hasta su mesa, terminó y al igual que llegó abordó un taxi con su esposa “porque el sábado temprano hay que ir a Plateros”.