Fresnillo.- América Denisse Barajas Dueñas, directora del Centro de Integración Juvenil (CIJ) en Fresnillo, informó que el consumo de cristal entre niños, jóvenes y adultos aumentó cerca de 60 por ciento.
Frente a ello, expuso que por lo menos tres empresas de El Mineral han solicitado la invención del CIJ para que se realicen pruebas rápidas a empleados que focalizan en riesgo, no con la finalidad de terminar la relación laboral, si no de ayudarlos y que se sometan a un tratamiento.
“Es preocupante y nos da más trabajo por hacer el que haya un incremento en el consumo de cristal durante el primer trimestre del año y en lo que se lleva de balance de este segundo bimestre no ha disminuido”, lamentó.
Detalló que, aunque el consumo de marihuana es el principal problema, es preocupante que el consumo de cristal, que es una droga más dañina, ha rebasado a la cocaína.
“El cristal es una droga de impacto, pues no hay droga inocua; sin embargo, destruye directamente el sistema nervioso central a más corto plazo; lo vemos en jóvenes que están siendo atendidos dentro del CIJ. También hay mujeres que consumen para bajar de peso”, detalló.
Barajas Dueñas explicó que las pruebas rápidas de detección de consumo de drogas se realizan porque las empresas están preocupadas por la salud física y mental de sus trabajadores; de 17 que se aplican siete salen positivas en consumo de cristal.
Es decir, existen trabajadores que se presentan a sus labores bajo el efecto de algún consumo reciente; “el cristal está en cualquier contexto”, además de que su dependencia es mucha y acaba con la vida de las personas si no se atiende a tiempo.
La funcionaria consideró que al ser una droga de fácil acceso y diseño el consumo aumenta.
El cristal es una droga estimulante del sistema nervioso central, las principales señales de alarma es una disminución de peso drástica, cambios de humor, excitación, paranoia, persecución, deshidratación y comienzan a perder las piezas dentales.
La toma de decisiones de una persona que consume cristal tiene un bajo control de impulso y tienden a delinquir.
“Cabe mencionar que no se le quita el contrato al trabajador que consume alguna droga, si no que lo acercan al tratamiento, pero hacen más pruebas y si reincide más veces, se someten a la normatividad de las empresas”, puntualizó.
Los costos de las pruebas rápidas para las empresas ascienden a 160 pesos cada una.