A pesar de las disposiciones de la Ley para el Bienestar y la Protección de los Animales en Zacatecas, continúa en plena vía pública la venta de mascotas, como aves y perros, e incluso de especies prohibidas a nivel federal, como los loros.
NTR Medios de Comunicación visitó sitios concurridos del Centro Histórico de la capital, paraderos y planchas de Plaza Bicentenario, Plazuela del Vivac y Mercado Arroyo de la Plata, donde sujetos comercializan ejemplares de distintas especies, sin que las autoridades intervengan.
Desde hace varios años, en la Plazuela Genaro Codina, se colocaron “pajareros”, dedicados a la venta de aves traídas de diversos puntos del país, “sin complicaciones”, según afirmaron.
Desde canarios, pericos, gorriones y chivos, hasta uno que otro cardenal se pueden ver enjaulados, amontonados y revoloteando en pequeños espacios; con precios de 150 a mil pesos.
Uno de estos vendedores, quien se negó a dar su nombre, expuso que no hay limitante para su actividad, pues las autoridades sólo le piden lo de la plaza comercial en ocasiones.
Dentro de mercados de la capital y en plazas, hay personas que ofertan pollos, algunos pintados de colores, así como patos dentro de cajas y, aunque autoridades circulan por estos lugares, no cuestionan la práctica.
Otra postal muy común es ver en los tianguis, como el de la Central de Abastos, mejor conocido como La Fayuca, cachorros “de raza”, transportados en cajas y que se venden.
Sin acciones
NTR Medios de Comunicación consultó a la Procuraduría Estatal de Protección Ambiental (Proepa) sobre las acciones para evitar actividades ilegales; sin embargo, el organismo, dependiente de la Secretaría de Agua y Medio Ambiente (SAMA), respondió que este es asunto del Municipio.
El Ayuntamiento de Zacatecas reviró que el Departamento de Plazas y Mercados no tiene registro de permisos para vendedores de animales en vía pública, al argumentar que éstos son irregulares.
Se informó que el personal encargado de supervisar los tianguis retiró un espacio donde vendedores se dedicaban al comercio de mascotas en la llamada Fayuca. Mientras tanto, los comerciantes evaden a las autoridades para comerciar en el Centro Histórico.
De acuerdo con la Ley para el Bienestar y Protección de los Animales en el Estado de Zacatecas, que data de 2017, está prohibida “la venta y explotación de animales en la vía pública o en vehículos”.
Es facultad de la SAMA “crear y administrar el registro de establecimientos comerciales, criadores y prestadores de servicios vinculados con el manejo, producción, exhibición, adiestramiento y venta de animales en el estado”.
En el caso de fauna silvestre en cautiverio o especies en riesgo sin registro ni autorización, la SAMA debería avisar a las autoridades federales competentes.
Asimismo, la legislación obliga a las autoridades de seguridad a “impedir y remitir ante la autoridad competente a los infractores por la venta de animales en la vía pública”; además de realizar, junto con el Municipio, operativos en mercados y establecimientos públicos o privados “que se dediquen directa, de forma encubierta, simulada o clandestina, a la venta o manipulación […] de animales”, que no deben estar en exhibición.
En cuanto al Ayuntamiento, la ley ordena “implementar y actualizar el registro de establecimientos comerciales, adiestradores, criadores y prestadores de servicios vinculados con el manejo, producción y venta de animales”, con procesos de verificación por compra–venta.
Tráfico ilegal
Zaira Esparza Rodríguez, bióloga de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), quien actualmente participa en un proyecto sobre tráfico de especies, precisó a NTR Medios de Comunicación que en Zacatecas llegan loros de manera ilegal.
“Los traen del sur del país, principalmente; aun así, la ley únicamente prohíbe expresamente la comercialización de cuatro especies: loros, monos mexicanos mamíferos marinos y tortugas marinas. En Zacatecas, lo que se sabe es sólo la comercialización de loros y que los extraen de manera ilegal de las costas de Veracruz, Oaxaca, Colima y Michoacán”, puntualizó.
Lamentó que, en tanto haya personas que sigan con este “consumo de mascotas”, habrá mercado para vendedores y traficantes.