CDMX.- El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, se posicionó en contra la posibilidad de que cierre la mina Peñasquito, de Newmont-Goldcorp, por el bloqueo que mantienen ejidatarios y trabajadores, pues resaltó que se trata de una fuente importante de empleos.
Este lunes, en su conferencia matutina, el primer mandatario fue cuestionado acerca de la intervención del gobierno de México para liberar la veta a cargo del corporativo de capitales estadounidense-canadiense en Mazapil, Zacatecas.
“No nos conviene que se cierre esa mina”, respondió. Además, López Obrador defendió que se trata de una “inversión importante” y de las empresas que ofrece salarios más altos en el sector, esto según información que, especificó, se le proporcionó en su visita más reciente al estado.
“Quiero puntualizar más: ésa es de las minas en donde mejor se le paga al trabajador. Esa mina, en particular, en Zacatecas. Acabo de estar por allá y tengo el informe. Eso no sucede en otras minas del país, de modo que vamos a seguir insistiendo en que haya negociación”, recalcó.
Expuso que, aunque su administración decidió ya no otorgar concesiones para actividades extractivas, en el caso de Peñasquito se le otorgó legalmente. “Cómo la vamos a cancelar, si además se trata de una mina que está dando trabajo”, respondió el presidente de la República a ésa opción.
Cuestionó la intervención de dirigentes de organizaciones; en el bloqueo de la mina en Mazapil, ha destacado la participación de José Narro Céspedes, senador de Zacatecas por Movimiento Regeneración Nacional (Morena), como intermediario.
El titular del Poder Ejecutivo federal precisó que se debe “cuidar que no haya corrupción” en la negociación para destrabar el conflicto, que se agudizó con un segundo bloqueo el 15 de septiembre, tras otro que duró casi 80 días, de marzo a junio.
“Hay, a veces, dirigentes que quieren sacar raja de estos conflictos, para decirlo con claridad: quieren sacar dinero. Aparentemente están defendiendo el medio ambiente, mejores condiciones para los trabajadores, pero luego negocian, incluso a espaldas de los campesinos, de los trabajadores, por moches. Ésa era la costumbre, eso no debe de permitirse. Nada de corrupción, cero corrupción, y que se dialogue y se le dé la razón al que la tiene”, sentenció López Obrador.
Aunque que reconoció que se deben atender las demandas “justas” de los pobladores, insistió en vigilar las intenciones de intermediarios.
“Es una diferencia que hay con ejidatarios los dueños de la mina, que son canadienses, y transportistas, y también se meten organizaciones tanto sindicales como sociales a asesorar. A todos les estamos pidiendo que ayuden que se llegue a un acuerdo”.
“En eso estamos trabajando, buscando conciliar para que haya justicia y que se mantengan abiertas las fuentes de trabajo, porque sí importa”, concluyó.