APOZOL. Los productores de guayaba de este municipio luchan desde por lo menos hace seis años para conseguir recursos ante las secretarías de Economía (Sezac) y del Campo (Secampo), para que les permitan la construcción de cámaras frías; sin embargo, no lo consiguen, pues, según les dicen, es por falta de recursos.
En tanto, los campesinos siguen teniendo grandes pérdidas por la falta de mercado y por el adelanto de la cosecha, como ocurrió este año, que registraron daños en aproximadamente 80 por ciento de la producción, equivalente a unas 4 mil toneladas.
Esta situación afectó a más de cien productores, según informó César Robles Bañuelos, director de Desarrollo Agropecuario municipal.
El costo de una cámara o cuarto frío en el mercado es de 60 mil pesos en adelante, pero aunque los productores hacen gestiones, no consiguen respuesta favorable de la autoridad estatal, por lo que, aunque el año pasado la cosecha estuvo a tiempo, en el ciclo actual se vieron severamente afectados por no tener dónde almacenarla.
Para contrarrestar las pérdidas, el Ayuntamiento, respaldado por Secampo, logró contacto con la cadena chihuahuense Al Súper, que tiene 70 tiendas en cuatro estados para abrirles mercado a los productores.
De acuerdo con Gilberto Salcido, representante de Al Súper, la empresa está en proceso de expansión, incluso en Zacatecas, con dos almacenes nuevos, y posteriormente abrirán en Sinaloa y San Luis Potosí, por lo que podrían ser una opción en lo posterior para acomodar la guayaba, pero también otros productos como gran variedad de verduras.
Comentó, por ejemplo, que entre Torreón y Chihuahua ellos comercializan alrededor de 80 toneladas de pepino por semana, mientras que de limón son 40 y, “en temporada buena”, colocan hasta 150 toneladas de jitomate, mientras que de guayaba son 30 toneladas, “para que se den una idea”.
Además, “la cadena lo que busca es producto seguro y de la mejor calidad, lo que les daría una óptima oportunidad de colocarlos”.
Gilberto Salcido ofreció a los productores los requisitos para que se conviertan en proveedores de ellos y así abrir pasos a la comercialización para evitar pérdidas en lo posterior.
En el caso de la guayaba, Salcido reconoció que la guayaba de Apozol tiene un sabor inigualable, además de ser más grande, por lo que auguró una buena aceptación entre los consumidores.
Por ello, la presidente municipal, Dora Jáuregui, afirmó que ante la situación “tan difícil” por la que pasan los productores por la pérdida de cosecha, les llevó en el Ayuntamiento a tocar puertas “y no quedarse con los brazos cruzados”.
Sin embargo, debido a que la temporada de producción prácticamente ya terminó y por las pérdidas registradas, este año los campesinos tendrán que conformarse con acomodar la fruta, de la que les quedan aproximadamente mil toneladas, entre las industrializadoras Jumex, Valle Redondo y Pascual Boing.
El titular de Desarrollo Agropecuario informó que no sólo este año los productores padecieron la pérdida de la fruta ante el adelanto de la cosecha, sino que es una constante cuando no se empata con la molienda de las fábricas industrializadoras.
Es por ello que deben esperar a que éstas terminen con la manzana o durazno para abrirle mercado a su producto.
Resaltó que los trabajadores del campo han padecido históricamente la comercialización debido a la falta de cámaras frías, lo que les impide vender directo a las grandes cadenas comerciales.
Enfatizó que esta carencia frena en gran medida el crecimiento para los productores de guayaba, por lo que muchos, incluso, optan por trabajar en otro tipo de cultivos, pues la falta de comercialización “los está matando”.
“Tener cámaras frías sería el detonante de que se logren abrir nuevos mercados, e incluso beneficiar a más productores, como los dedicados a la horticultura, ya que en este municipio la tierra prácticamente da de todo, como calabacita, aguacate, caña, tomatón, jitomate, nopal, guayaba, lima, limón persa, pepino, papaya y melón chino, entre otra gran variedad”.
En la reunión informativa estuvo también Liborio Flores Mendoza, productor de invernaderos en la región Ojocaliente, quien se dedica a la siembra de pepino y tomate.
Para incentivarlos a la comercialización, Flores Mendoza les dijo que hace ocho años varios productores se unieron ante los problemas de venta y eso les permitió crear consorcios de exportación; a la fecha tienen comercializadoras incluso en McAllen, Texas y ya la mayoría exporta lo que está produciendo.
Resaltó que no es complicado ni difícil llegar a nuevos mercados, pero sí es requisito que antes de llegar a la exportación, primero se consigan mercados donde paguen mejor.
Jalpa–Tabasco
Contrario a lo que padecen los guayaberos de Apozol, los de Jalpa y Tabasco, por tener mejor clima, apenas iniciaron la temporada de cosecha, según informó Remberto Sandoval, director de Desarrollo Económico y Social de Jalpa.
Además, tienen una empresa que se dedica a acopiar la mayor parte del cítrico, por lo que “medianamente” sí logran una buena comercialización.
En Jalpa hay aproximadamente 38 productores que generan alrededor de 200 toneladas por semana, de las que sólo se pierden casi 50 toneladas: “no es tan drástico como ocurre en Apozol”.
En este caso, dijo que en la acopiadora son muchos socios que se respaldan entre sí y tratan de buscar mercado.
En Apozol hubo pérdida por el adelanto de la cosecha, mientras que en Jalpa está empezando la producción al igual que en Tabasco “y apenas vendrá lo fuerte”, por lo que los guayaberos están preparados para acomodar el producto principalmente en Aguascalientes.