ZACATECAS. La Diócesis de Zacatecas inició con las honras fúnebres del Obispo Emérito Fernando Mario Chávez Ruvalcaba, a quién calificaron como «un gran hombre del que Dios se valió para llenar de vida a mucha gente».
Durante la misa en memoria del monseñor, recordaron su trayectoria como obispo de la Diócesis de Zacatecas, encargo que tomó en 1988 y en el que, dijeron, tuvo muchas responsabilidades, pero siempre apoyado en «la fe del Señor», salió adelante.
Destacaron que, el obispo emérito, Fernando Mario Chávez Ruvalcaba, hombre de gran fe, dedicó su vida a predicar las bondades del señor, tal como lo hizo Jesucristo, apoyando a compañeros, a alumnos, a los fieles, a quienes acercó a Dios y ayudó a fortalecer su fe, «que es lo más valioso que se tiene, pues llena de esperanza».
Las honras fúnebres continuarán hasta el viernes y finalizarán ese mismo día con una celebración exequial y con la sepultura del Monseñor en la Catedral Basílica de Zacatecas.