Transportistas solicitaron al gobierno del estado un aumento de 5 pesos en las tarifas de rutas, al argumentar que, de no autorizarse el incremento, las unidades no podrán mantenerse en circulación porque es insostenible su mantenimiento.
Esto representaría que el costo del pasaje promedio pasaría de 8.50 a 13.50 pesos por persona en la zona conurbada, es decir, casi 60 por ciento más. El análisis de la propuesta ya inició y se pretende que el alza se decida este mes.
“En las mesas de negociación estamos sobre 3 pesos, pero aún eso, sabemos, sería agravioso”, afirmaron los representantes del gremio. Insistieron en que lo mínimo debería ser 5 pesos y rechazaron que ello implique mejoras al transporte público, lo que calificaron de “imposible” por la situación financiera.
Aseguraron que el monto extra solo serviría para regularizar los costos del servicio. “No podemos hacer compromisos de renovar; si se nos autorizan los ajustes a las tarifas, apenas podremos poner a trabajar todos los camiones”, declaró Doroteo Mojarro Soto, líder de transportistas.
Este miércoles, en conferencia de prensa, se recordó que el último aumento fue en 2018, por lo que reiteraron que la tarifa actual es insostenible cuatro años después.
“Se nos orilló a hacer un análisis en el que viéramos hasta dónde pedirle al gobierno del estado que nos apoyara y se tomó la decisión, con base en los porcentajes, de solicitar 5 pesos de incremento. Sabemos que es muy alto y también los números no mienten”, explicó el representante.
Sin embargo, los transportistas adelantaron que están dispuestos a negociar, por lo que iniciaron mesas de trabajo con el gobernador David Monreal Ávila; la secretaria general de Gobierno, Gabriela Pinedo Morales, y el subsecretario de Transporte, Bernardino Campos García.
Justificaron que se han incrementado sus gastos de operación. Ejemplificaron que el precio del aceite pasó de 974 a mil 534 pesos y el de las llantas de 2 mil 206 a 9 mil 93; en este último caso, refirieron que ahora compran “llantas chinas”, aunque éstas también costaban 2 mil 800 y ahora se venden en 6 mil 500.
Destacaron que no obtuvieron apoyos en la administración estatal anterior ni por la pandemia de la COVID-19. Como consecuencia, 55 por ciento de las rutas “prácticamente desaparecieron; hay varias que están paradas, no hay un solo autobús circulando”.
Los transportistas refirieron que, con la reactivación económica, se espera volver a poner en marcha los vehículos detenidos, pero excusaron que tienen un deterioro importante por la inmovilidad y el tiempo sin rehabilitación.
“Esta situación nos obligó a mostrarle números al gobierno del estado, esto es lo que tenemos y solo con esto (el aumento) podemos sobrevivir”. Recalcaron que, con la tarifa actual, solo les alcanza a cubrir los combustibles y el salario de los choferes, que reconocieron “es mal pagado” en algunos casos.
Platabús es una salvación
Claudio Vázquez López, representante de concesionarios y transportistas urbanos, afirmó que el gremio se comprometió a continuar con el proyecto de Platabús.
“Estamos plenamente convencidos de que es la única opción que tiene la zona conurbada de poder mejorar las condiciones y darle un servicio digno a la ciudadanía; que va a costar mucho, sí, pero si no lo hacemos y nos quedamos dormidos eso nunca va a suceder”.
Subrayó que el transporte público continúa como “el medio de movilidad más barato y más seguro de la entidad, por lo que el ajuste de 5 pesos es el ideal”.