Isaac Rodríguez Saldaña, neumólogo pediatra del Hospital General de Zacatecas (HGZ), declaró que en los estudios que se han realizado en los niños con hepatitis grave de origen desconocido también han sido pacientes de COVID-19.
En este sentido, al tener este antecedente “parece que el virus de SARS-CoV-2 se queda alojado en el intestino como un reservorio, donde llega otra infección de nombre adenovirus, se crea una respuesta hiperinmune, es decir, una inmunológica acelerada que inflama el hígado y como resultado se tiene Hepatitis Grave de Origen Desconocido”.
Explicó que el adenovirus que ha tenido relación con este tipo de hepatitis es el denominado 41, que tiene afinidad con el tracto digestivo, por lo que su contacto puede darse vía oral-fecal, es decir, “comer popo y como se hace esto, sucede cuando una persona va al baño y no se lava las manos y consume de manera inmediata alimentos”.
El especialista aseguró que, de confirmarse esta hipótesis, se tiene un antecedente; recordó que la mayoría de los pacientes de esta enfermedad son niños menores de cinco años; “es importante porque los niños no están vacunados y en este sentido los menores de 12 años se convierten en el grupo etario de mayor afectación”.
Destacó que este nuevo tipo de hepatitis no tiene relación con los tipos de hepatitis que ya se conocen que son A, B, C, D Y E; “aquí las vacunas de hepatitis son importantes tenerlas, pero hasta el momento no tienen relación”.
Recordó que los síntomas más comunes de este nuevo tipo de hepatitis son problemas digestivos como diarreas, vómitos, malestar general e incluso puede presentarse fiebre, aunque el más importante es la coloración amarillenta de ojos y piel, excremento sin color y orina color café, “estos datos son de hepatitis y hay que dar atención inmediata”.
Las medidas preventivas de confirmarse esta teoría, son uso de cubrebocas, evitar visitar personas enfermas, evitar aglomeraciones y espacios cerrados, así como lavado constante de manos.