Una de las bondades del programa integral contra la violencia en Valparaíso es que, de entre la población, se elige a maestros e instructores de todos los programas encaminados a la prevención, es decir, tanto para el deporte como para las actividades culturales, y así motivar la participación.
Un ejemplo son los hermanos Javier y José de Jesús Simental Fernández, quienes a lo largo de su vida han sido formadores de músicos, creando hasta ahora dos mariachis, uno ya profesional y otro que sigue en proceso de aprendizaje en la Casa de la Cultura.
Así nacieron los mariachis Nuevo Valparaíso y Sol del Valle, en el que participan en su mayoría niñas, adolescentes y hasta madres de familia. A decir de los hermanos Simental, su interés de colaborar con el ayuntamiento para enseñar a los niños “es para que no anden en la calle y pensando malas cosas”.
Con este objetivo, están dispuestos a enseñarles el instrumento que más les guste, ya sea guitarra, vihuela, guitarrón y hasta trompeta, así como clases de solfeo, que ellos aprendieron de manera lírica. Actualmente, tienen nueve alumnos que ya salen a trabajar y ganan dinero.
Entre de los proyectos de mayor impacto resalta la escuela de monta y charrería, que hace se instaló en la comunidad Lobatos y que lidera el joven, de apenas 24 años, Ricardo Abelardo Escamilla Pitones, quien dirige la institución con la seriedad que le obliga a hacer un buen trabajo con niños y jóvenes.
Al resaltar su participación en el programa, enfatiza que “un punto muy importante es contribuir a sacar al niño y adolescente del entorno de inseguridad que en el estado padecemos”, pero no sólo eso, sino q también la oportunidad de que la tradición de la charrería persista y sea conocida por las nuevas generaciones.
Es tal el atractivo de la escuela que dirige Ricardo que su esposa, Liliana Leos, enfermera de profesión, dejó su trabajo para impulsar a los niños, no sólo en las nueve suertes charras, sino en otras enseñanzas que les servirán para su vida futura.
Con estos avances se espera que, a mediano plazo, el Programa Municipal para la Prevención del Delito y la Violencia alcance a aproximadamente 11 mil habitantes de Valparaíso y sus comunidades, aunque la intención es crecer estas acciones para recuperar la paz.
Con prevención, combate Valparaíso a la violencia
Contra los delitos de alto impacto y los grupos delincuenciales que acechan comunidades desde hace meses, el gobierno municipal apuesta por enfocar sus recursos y acciones a un proyecto integral de prevención, para rescatar a sus sectores vulnerables.
El ayuntamiento implementó un plan multidisciplinario de diseño propio: el Programa Municipal para la Prevención del Delito y la Violencia, que tiene como objetivo de devolver la paz y, sobre todo, evitar que los criminales capten a los jóvenes.
Es un modelo que muestra “un traje a la medida para Valparaíso”, cuyo esquema resultó de otros proyectos exitosos en el país. “Cuando el presupuesto es insuficiente y la exigencia de la población es cada vez más elevada, tuvimos que identificar los problemas principales y, sin duda, el mayor reclamo ciudadano es el que tiene que ver con la inseguridad”, reconoció el alcalde Eleuterio Ramos Leal.
Además del homicidio, que ocupa el primer lugar en las estadísticas, se sufre una alta incidencia de secuestros, desapariciones forzadas de personas, extorsiones y robos, “lo que ha marcado la historia del municipio en los últimos meses”. El presidente agregó que otro flagelo es la violencia contra las mujeres, al recodar y lamentar el reciente feminicidio de la joven madre Heidy.
Ramos Leal recalcó la urgencia de trabajar contra estos problemas, en un modelo de impacto que tiene una inversión exclusiva de recursos municipales, de 3 millones 700 mil pesos. La población objetivo se amplió de los niños, los adolescentes y los jóvenes a las mujeres, por su papel en el desarrollo y las familias.
El 26 de abril, en un acto masivo en el CBTA de Valparaíso, se convocó a todos los sectores poblaciones a participar en los esfuerzos por la comunidad. El plan integra a diversas instituciones gubernamentales, de educación, salud, deporte, cultura, turismo, así como asociaciones civiles y el sector empresarial.
Con esto, expuso el alcalde, se enfocan en acciones preventivas con una inversión importante, considerando la escasez de los presupuestos para los Municipios. “Valparaíso ya lo está haciendo. La invitación respetuosa es entonces a que el gobierno del estado y el federal hagan su parte”.
Con los jóvenes
Ante los hechos perpetrados por el crimen organizado que asedia las zonas serranas, Eleuterio Ramos aceptó que prevalece el desplazamiento de familias, aunque ya se identificó la magnitud del problema. “El gobierno atendió el llamado y se fortaleció contundentemente la presencia de la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano”.
Afuera de sus hogares siguen unas 50 familias, que esperan en la cabecera municipal para poder regresar a sus localidades. Insistió en que, en tanto, el ayuntamiento hace su parte al participar en la estrategia de seguridad “y claro que ha mejorado, mucho, sustancialmente”.
El modelo de prevención se focalizará a las zonas más pobladas, “pero desde luego que se atenderá donde identifiquemos más problemas”. Inicia en las comunidades principales como San Juan Capistrano, Santa Lucía de la Sierra, San Antonio de Padua, Lobatos, San Mateo y la cabecera, “donde se aglutina 30 por ciento de la población del municipio”.
Se trata de un producto terminado que se concretó entre diciembre y enero, cuando se impulsaron las primeras acciones, se midió el impacto y el proyecto se perfeccionó para arrancar en abril. “No es sencillo emprender un programa tan amplio, hay estándares de evaluación estrictos que tenemos que cumplir y evaluar de manera continua”, explicó Ramos Leal.
En el análisis se tomó a niños y jóvenes como los más vulnerables de los sectores, ante el riesgo de reclutamiento por parte de los grupos delincuenciales. Los factores identificados fueron el ocio, la falta de oportunidades y el consumo de alcohol y drogas, además de los peligros en redes sociales.
De ahí que el plan de prevención priorizó el fomento del deporte y la cultura, impulsar el talento desde la enseñanza y la capitación, en alianza con padres de familia, maestros y autoridades municipales. Por ejemplo, el Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (SMDIF) promueve la Escuela para Padres, contra las adicciones.
En el camino por lograr la tranquilidad en Valparaíso, está en proceso de creación una red municipal de promoción de los derechos de las mujeres, que conforman 100 grupos para rubros como salud y empleos, con miras a empoderar a este sector.
Eleuterio Ramos subrayó la importancia de la atención médica, “para lo que se agotarán los protocolos específicos para casos de cáncer cervicouterino y mamario, así como enfermedades graves, sin dejar de lado a las mujeres adultas mayores que viven en abandono”.
Pero a este sector, al igual que a los menores, también se le contempla en múltiples actividades artísticas, como música, danza, escultura, teatro, canto, artesanías, entre otras, además de deportivas, como beisbol, frontenis, atletismo, futbol y charrería, porque “Valparaíso tiene potencial”.
Ramos Leal ejemplificó con la creación de agrupaciones, bandas sinfónicas destacadas, y equipos deportivos, encabezados por instructores que expresaron su disposición para sacar a niños y adolescentes de entornos de violencia. Su motivación, expusieron, es recuperar valores y trabajar por la comunidad.