Desde la salida en la máquina 30-30, decenas de familiares, trabajadores del sector salud, estudiantes de enfermería de la UAZ y personal de la Comisión Estatal de Búsqueda marcharon para exigir el regreso de Refugio Robles Gaytán, quien labora como enfermero en el Hospital de la Mujer en Guadalupe y del ISSSTE en Tlaltenango de Sánchez Román.
La marcha, que inició alrededor de las 16 horas de este lunes, se realizó de manera paralela con otra organizada en Tlaltenango, donde con globos blancos se exigió a las autoridades den con el paradero de Refugio Robles.
Con pancartas en las que expresaban, “quiero regresar a casa, ayuda a localizarme”, “estamos incompletos, nos falta Cuco”, entre otras consignas y en absoluto silencio, una veintena de familiares y amigos realizó la marcha por las calles del municipio.
Mientras, en la capital del estado, el contingente gritó consignas de reclamo para David Monreal Ávila, gobernador del estado, que fueron en aumento, al grito de. “David, escucha, Refugio no aparece” “David, nos falta Cuco”, que se enlazaban con otros gritos de exigencia: “fiscal, fiscal no dejes de buscar”, que hacían eco en las calles de la capital.
Momentos antes de iniciar la marcha, María de los Ángeles Fernández Guerrero, secretaria general de la sección 37 del Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSSTE (SNTISSSTE), lamentó los hechos y urgió a las autoridades a dar con el paradero del enfermero.
Recordó que Refugio Robles Gaytán laboraba en Tlaltenango y en el momento de su desaparición se trasladaba a su área de trabajo: “desde hace tres semanas que no sabemos nada de él”.
Por su parte, Norma Castorena Berrelleza, secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud (SNTSA), sección 39, dijo que existe la presunción de que Refugio Robles es víctima de desaparición forzada por parte de algún grupo del crimen organizado.
“Pensamos que por ser trabajador del sector salud se lo llevaron para que cure a los heridos de estos grupos”, dijo la líder sindical.
El contingente de la marcha concluyó en Plaza de Armas, donde al grito de “vivo lo queremos”, “ni un secuestro más”, los manifestantes permanecieron durante 20 minutos en la plaza principal de la capital.
Antes de abandonar Plaza de Armas, los manifestantes dejaron pegadas en los muros de Palacio de Gobierno, las pancartas que llevaron durante la marcha, como un recordatorio de que “Nos falta Cuco”.