Un problema que se presenta con mucha frecuencia para la constitución de los modelos de las pequeñas y medianas empresas es la imposibilidad de competencia contra las empresas de mayor capital y con mayor volumen de operaciones en el mercado. Esto les imposibilita, en gran medida, acceder a precios exclusivos o consolidar contratos de mayor envergadura, ya que no cuentan con la capacidad productiva para afrontar esos contratos y, por lo tanto, pierden importantes oportunidades de generar valor en el mercado.
Ante estos inconvenientes que se presentan, resulta mucho más práctico contar con mecanismos de financiamiento que les permitan obtener mejores oportunidades y que les permitan compensar estas deficiencias.
Uno de estos mecanismos o sistemas de financiamiento que se oponen a los modelos más tradicionales, como los créditos, es el factoraje financiero, que tiene un mejor rendimiento y no tiene un costo operativo tan alto como podrían ser los intereses que se presentan con la modificación volátil de las tasas de los diferentes bancos o de las diversas entidades financieras.
Por lo tanto, si les interesa saber más al respecto de cómo funcionan las empresas de factoraje y de qué manera pueden aprovechar los diferentes beneficios y rendimientos que ofrecen para las empresas que quieren comenzar a obtener medios de financiamiento más directos y con una proyección mucho más estable. Así como también para obtener una mejor estabilidad de operaciones en lo que respecta a la disponibilidad de buenos precios y a la oferta de medios de pago mucho más convenientes.
¿Cómo funciona el factoraje financiero?
En concreto, el sistema de factoraje financiero tiene un proceso muy simple que permite obtener casi la totalidad de una venta de forma inmediata, lo que sirve para compensar los cambios de precios a lo largo del tiempo y permite tener una mayor estabilidad en relación con la inflación que se ha estado notando en aumento en muchos países que son formadores de precios en todo el mundo, como Estados Unidos.
Así como también les permite contar con un fondo de inversión mucho más amplio que les resultará útil para comprar más insumos a un precio más bajo o para mejorar sus sistemas de producción.
El proceso que se debe llevar a cabo para conseguir el financiamiento es el siguiente:
- Realizar una venta, que puede ser tanto nacional como internacional, y emitir una factura a convenir con el cliente.
- Subir la factura a la compañía de factoraje para determinar el monto de la transacción.
- La compañía de factoraje le brindará un 90% del total de la factura de forma inmediata, de manera que contarán con un monto de capital que pueden reinvertir.
- La empresa estipula un plazo que puede ser de hasta 120 días para que el cliente le deposite la totalidad de la venta en su cuenta. De esta forma, además, resulta conveniente para el comprador que puede pagar en un plazo más extenso y, de esta manera, puede comprar un mayor volumen y amortizar los gastos que podrían haber aumentado en ese plazo.
- Luego de que el cliente cancela la totalidad de la factura, la empresa de factoraje les brinda el 10% restante del valor, con el descuento mínimo de algunos costos operativos que siempre es menor que las tasas de interés de las entidades financieras.
Por lo tanto, se puede convenir que los beneficios de esta alternativa de financiamiento son mucho más convenientes que cualquier otra opción. Así como también cuentan con mejores opciones en cuanto a la rapidez y la eficiencia del factoraje en comparación con otros medios.
Mucho más conveniente para realizar exportaciones
Si quieren insertarse en el mercado de las exportaciones, esta alternativa también les ofrece otras herramientas que pueden permitirles expandir su área de operaciones y lograr una estabilidad de operaciones mucho mayor. De manera que logren competir con empresas de factoraje de mayor envergadura en igualdad de condiciones.
En principio, una de las opciones que más les puede convenir es la cobertura cambiaria, que consiste en un medio de fijar un valor para la tasa cambiaria en un plazo determinado, lo que les permitiría establecer convenios y pactos comerciales mucho más ambiciosos con una certeza mayor. Así como también podrían ocuparse de sus rendimientos con una previsión estable mejor consolidada.
A partir de la fijación del tipo cambiario, pueden obtener mejores rendimientos, ya que adquirirán los insumos a un precio establecido de antemano y, de esta forma, los precios de sus ventas, a su vez, se fijan para los consumidores. Posteriormente, con los precios fijados, es posible generar planes de pago y ofrecer ventas de mayor volumen, con lo que irán creciendo a un ritmo mucho más acelerado. Así como también podrán encontrar nuevos clientes que se sientan atraídos con su modelo de negocios más conveniente.
Una mejor proyección a futuro
Si bien el factoraje es una solución inmediata cuya principal ventaja es ofrecer el capital antes que lo que podría pagarlo el cliente, el mayor impacto de aprovechar estos recursos se produce a largo plazo, debido a que pueden contar con un medio de estabilidad financiera mucho más conveniente. Además de que pueden comenzar a consolidar un sistema productivo que resulte mucho más conveniente y que opere con costos más bajos, de manera que resulta más redituable.
Por ejemplo, si cuentan con una ganancia de un 15%, recibirían un 5% de ganancias inmediatamente y el resto luego del plazo estipulado. De esta forma, ya van recibiendo una percepción de ganancias mucho más inmediata y mejor establecida que les permite volver a invertir y obtener mejores resultados en un periodo más corto.
Por lo tanto, en conclusión, les recomendamos que comiencen a aprovechar estas oportunidades a fin de establecer un modelo de negocios más redituable. Con el transcurso del tiempo, podrán comprobar que resulta mucho más conveniente y que pueden lograr un crecimiento sostenido de forma mucho más práctica al aprovechar estos medios de financiamiento, por lo que les recomendamos que comiencen a utilizar el factoraje.