¿Habrá sido suficiente un día de asueto para que a las “autoridades” se recuperaran de la “marcha” amlista? ¿O querrán más? Quienes se lo preguntan son los desplazados que llegaron hasta la capital para ver si así les daban respuestas, antes de que El Durazno termine como otro Palmas Altas, o Sarabia, o Ermita de los Correa… Porque a poco más de un año, la tragedia se volvió a repetir.
Por eso, como que no son tiempos de andar festejando la “cuarta transformación”. Mucho menos eso que llaman la “nueva gobernanza”, que todavía debe en la promesa de recuperar la paz. La manifestación de jerezanos clamó ayuda a las puertas del Palacio de Gobierno y la Secretaría General, pero como no eran honores a la bandera, pues Gabriela Pinedo no los recibió.
Y de la 4T, la de “deveras”, ni qué esperar. El asunto es grave, sobre todo porque se denuncia que el operativo de los 16 detenidos presumido por el subsecretario del TikTok, Ricardo Mejía, lo único que les trajo es más violencia. Exigen denuncias, ¿y la seguridad?
DESDÉN PRESIDENCIAL
Para seguir con los desdenes y a propósito de la desgracia, uno de los que más caló e impresionó hasta víboras pejistas fue que el presidente López Obrador no se acordara de Zacatecas ni por el muy reciente asesinato de su coordinador estatal de la Guardia Nacional, José Silvestre Urzúa, en Pinos.
En su largo, largo hablar del domingo, el jefe de la 4T insistió en el discurso que en lo local cada vez se hace más difícil de repetir: que se redujeron los delitos, que bajaron los homicidios y que la Guardia, que apenas un par de días antes había recibido un duro golpe con el general Urzúa Padilla, es la solución.
Si hasta la nueva gobernanza reconoció que hay que reforzar y que el gobierno de México debe revisar los protocolos de las corporaciones. Pero eso no parece importarle al presidente que prefirió no asistir al homenaje del Ejército y la GN para el mando, lo que no pasó desapercibido a nivel nacional. De ahí el sello de la casa. Pero hasta aquí, luego de medio centenar de agentes asesinados, autoridades despidieron con honores al general.
ENTRE SECTAS
Día con día se comprueba que la verdadera oposición de Morena está en Morena. ¡Sin más! Y un hecho claro es que la nomenclatura ya decidió y, con Ricardo Monreal, ¡no va!
Dicen que no se es profeta en su tierra y la oficialidad, ya le dio la espalda. El problema está en que si la nueva gobernanza atiza sus filias y fobias, la ciudadanía pierde, pues habrá que esperar sentados a que terminen sus grillas y que atiendan lo que urge, por ejemplo, la seguridad.
No hay que perder de vista que, para un estadista, hay que ver por las futuras generaciones, pero un político ve por las próximas elecciones. Baste ver los mensajes de la dizque dirigente de Morena en la entidad, una tal Roxana Muñoz, en contra del también “morenista”, Ernesto González.
De saque, le cuestionó al diputado: “¿y cuando tu líder político se vaya al prian, se van a ir con él?”. El proyecto es por Morena, respondió Ernesto, a lo que Roxana comentó que “el de él, no creo”. ¡Ups! Se juntaron dos que saben: uno, empleado de Soledad Luévano y la otra, de la Súper Malvada. ¡Qué bonita familia!
EN LA CALLE
Seguramente, las “autoridades” de Salud no se han percatado del crecimiento en el índice de niños con enfermedades respiratorias. Igual ni les importa. El caso es que las clínicas se ven saturadas; de ahí que la asistencia en las escuelas es cada día menor y en las recepciones de emergencia, mayor.
Lo peor es que mientras madres, padres y sus hijos esperan a ser atendidos, están en la calle, pues denuncian que en centros de salud y hospitales los dejan a la intemperie, acentuando la enfermedad que llevan.
En Urgencias del Hospital de la Mujer, la sala de espera está vacía y hasta con la televisión encendida, pero la gente tiene que estar en la banqueta, en las afueras, ¡sí!, prácticamente en el suelo.
Se respira mucha indolencia. Mucho aguante, con tal de que les pasen o les den información de su paciente, pero, en la banqueta, en la calle, como están no pocos zacatecanos.