La carne congelada representa la mayor competencia para los productores del estado, ya que provoca que baje la producción local hasta 30 por ciento, aseguró Salomón Morales Ortiz, titular del Rastro Municipal.
En el rastro son 17 productores que distribuyen carne en los comercios locales, aunque no son ellos los mayores afectados por la introducción de carnes congeladas, sino los carniceros de la región.
Lo anterior, ya que los precios que ofertan en los supermercados y tiendas de autoservicio son más bajos que los de la carne local; sin embargo, no tienen la misma calidad.
En los últimos años, las tiendas de autoservicio se han multiplicado en El Mineral, tan sólo de tiendas grandes pueden contarse al menos siete. A eso hay que sumarle las pequeñas bodegas en las que se oferta, más que nada carne congelada y embutidos.
“Por lo regular, estas carnes son importadas de Aguascalientes y hasta hace poco se tomaron regulaciones en el estado, como pagos al rastro. Aunque estas carnes suplen el servicio para una parte de la ciudadanía, ya que la diferencia en precio las hace accesibles, ya que representa 30 por ciento menos sacrificios en la localidad durante temporadas fuertes, como Navidad o tiempos de reliquias”, señaló Morales Ortiz.
Lo anterior, representa alrededor de 150 sacrificios menos de res y puerco que se realizan en Fresnillo; aunque, hay otras tiendas que ofrecen otras variedades de carnes.
La diferencia está en la calidad
El funcionario aclaró que aunque la diferencia en precio es notoria entre ambos productos, la calidad disminuye, ya que al congelar las carnes se pierden las proteínas del producto.
“La carne congelada ya no trae las mismas proteínas que la carne fresca, ya que al descongelar el hielo rompe algunas proteínas, las que ya no se recuperan”, indicó.