MORELOS. Habitantes del municipio entregaron un pliego petitorio a la empresa Peñoles, dueña de la mina Francisco I. Madero, para que repare el daño ocasionado por la falta de agua, pues 10 unidades de riego, como mínimo, resultaron afectadas por esta situación.
Debido a los hechos de inseguridad ocurridos el domingo, durante el lunes se canceló una manifestación pacífica por parte de los pobladores de la cabecera municipal y de varias localidades, como Noria de Gringos y San Francisco; sin embargo, entregaron el pliego petitorio.
Los manifestantes esperan que Peñoles los atienda al haber quedado obsoleto un convenio firmado en 1997, ya que el proyecto de explotación era por 14 años, como mínimo o hasta 20, “el detalle es que ya hay deterioro y daño en los intereses de los vecinos, entre ejidatarios y pequeños propietarios”, afirmaron.
Asimismo, aseguraron que el convenio comprometía a la minera a otorgar un seguro de daños por 2 millones de pesos que, además de no hacerse efectivo, es insuficiente, pues “los mantos acuíferos se están agotando debido a la explotación minera, que ya nos dejó sin agua y para construir 10 pozos nuevos representaría alrededor de 20 millones de pesos de inversión”.
Lo anterior, ya que existe un severo daño en las tierras de cultivo “y hay que resarcirlo”, aseguró Alberto de Santiago Murillo, presidente de Agricultores de Áreas Agrícolas y Pecuarias de Zacatecas AC., quien entregó las exigencias en representación del comisario del ejido de Morelos, Sergio Vázquez; y de la alcaldesa Margarita Robles de Santiago.
El presidente de la asociación de agricultores declaró que “al terminarse el agua, los productores no pueden trabajar más que la modalidad de temporal, que los deja indefensos y sin posibilidades de subsistir, ya que no hay condiciones”.
Sin agua, el futuro es incierto
De Santiago Murillo aseguró que Peñoles no ha cumplido con lo prometido, como el apoyo a la educación y a regenerar las áreas verdes, además de que se ofrecieron a reforestar y tampoco lo han hecho.
Afirmó que el hecho de que la mina no opere desde hace dos años, “no quiere decir que no vaya a restaurar los daños que en su momento ocasionaron”.
“El hecho de que los pozos se sequen es una cosa que debemos ver, pues las nuevas generaciones sufrirán las consecuencias, como acabarse la vida, pues la falta de agua provoca plagas y enfermedades”, expresó el presidente de la asociación.
Además, indicó que el reclamo por ahora es pacífico, por ello, piden diálogo para reparar el daño. “El gobierno estatal mandó un representante jurídico, así como la Secretaría del Campo (Secampo), para no violentar el Estado de Derecho y que se generen las garantías que tenemos como ciudadanos. Sin embargo, de no tener una respuesta, estamos dispuestos a cerrar la mina”.