TLALTENANGO de Sánchez Román. Gran triunfo consiguieron este domingo en la plaza de toros Julián Llaguno los matadores de toros Arturo Macías El Cejas, y Antonio García El Chihuahua, que han cerrado con broche de oro la parte taurina de la Feria de Tlaltenango.
Este día marcó la alternativa del zacatecano Emmanuel Cuenca, que cortó una valiosa oreja. Uriel Moreno El Zapata dejó momentos importantes, pero se ha ido sin tocar pelo.
Serrano, de 460 kilos, de Peñalba, abre plaza para Emmanuel Cuenca que toreó de buena manera por verónicas en el saludo capotero.
Una ceremonia de alternativa llena de emoción, y así, de manos de Uriel Moreno El Zapata, se convirtió el zacatecano en Matador de Toros. Un brindis de faena a su familia, para comenzar doblándose con el toro, y en los medios, plantó una faena esforzada y voluntariosa.
Vengativo, de 455 kilos, segundo del festejo, al que Uriel Moreno El Zapata saludó con variedad con el capote. Compartió el Segundo Tercio con Antonio García El Chihuahua, y ambos firmaron la espectacularidad.
Un toro deslucido, y de poca transmisión con el que ha dejado series con trazos de buen corte, siempre buscando llevar al toro, que protestaba, terminando con la cabeza arriba. Falló con la espada y fue silenciado.
Campasolo, de 503 kilos, tercero del festejo, para Arturo Macías, que saludó con larga cambiada de rodillas, toreando también con lances a pies juntos. La faena comenzó de hinojos, con entrega y valor, siempre dispuesto a ir a más.
El toro tuvo poca fuerza y transmisión, incluso perdiendo las manos, entereza del torero que mantuvo la disposición, toreando despacio, sin obligarle, y así, consiguió esos naturales que le permitieron ligar dos series. Molinete y de nueva cuenta la entrega al torear de rodillas. Rubricó de gran estocada y cortó dos orejas.
Gran espectáculo
El cuarto del festejo correspondió a Antonio García El Chihuahua, que puso la emoción a flor de piel con los pares de banderillas. Una faena cuesta arriba por la poca movilidad del toro, pero el torero del norte del país apostó el todo por el toro y terminó firmando una convincente labor. Mató de estocada certera y cortó una oreja.
Con el quinto del festejo, Uriel Moreno El Zapata tuvo mucha cadencia con el capote al recrearse por verónicas. Fiel a su estilo, y agradando al respetable, cubrió el Segundo Tercio con tres buenos pares, sobrado de facultades y con esa inventiva que les caracteriza.
En su faena de muleta dejó buenos pasajes por la senda derechista. Fue un toro que le permitió estructurar una faena con lucimiento, que no coronó con la espada. Palmas.
Con el sexto, Arturo Macías recibió con farol de rodillas, además, se adornó con un par por zapopinas. Con mando comenzó su labor muleteril, doblándose, dos muletazos largos por pitón derecho ante un toro que se revolvía con prontitud, y que tuvo poco recorrido.
Se puso con valor para extraer muletazos poderosos, arrimándose y consiguiendo a base se esa temeridad llegar a los tendidos. Mató de una gran estocada y cortó una oreja.
Entorpecido final
El séptimo, fue para Antonio García El Chihuahua que se recreó con un buen saludo capotero para después firmar un quite por chicuelinas.
El torero ha puesto la emoción en los tendidos al cubrir de gran manera el tercio de las banderillas. Con claridad de ideas y paso firme dio comienzo a su labor en la que se mostró poderoso, sacando los buenos muletazos a un toro que se fue quedando.
A pies juntos, y en la cercanía de los pitones, extrajo con valía los trazos que tuvieron lucimiento y que además reflejaron la madurez y evolución de su toreo. Mató de una gran estocada para cortar una oreja.
Con el cierra plaza, el octavo del festejo, el zacatecano Emmanuel Cuenca se estrelló con un toro soso, pero al que extrajo series de poder, buscando todas las opciones. Apostó por ambos pitones en actuación variada, dejando Manoletinas como colofón a su faena. Errático con el acero fue ovacionado.
FOTOS: ABRIL RÁBAGO