JALPA. Arruinaron los toros de La Punta las expectativas de Diego Ventura de iniciar con triunfo el año 2023. Muy desrazados y deslucidos ambos, no correspondieron nunca con la disposición del rejoneador por extraer de ellos la menor posibilidad de lucimiento que tuvieran. Y lo puso todo en ese empeño y así lo vio y lo valoró la afición de Jalpa que pidió para él, al menos, una oreja de su segundo, una petición que el palco no atendió.
Muy agarrado al piso como expresión máxima de su ausencia de raza, no sirvió nada su primer toro, del hierro de La Punta. Ya de salida con Dinamita, tuvo que llegarle mucho Diego para encelarlo y conseguir que el astado se calentara.
No terminó de encontrar verdadera recompensa por más que Ventura se dejó ver siempre ofreciendo los pechos del caballo a muy corta distancia. Justo igual tuvo que hacer con Velásquez, también llegarle muy arriba, jugársela en cada embroque ante la incertidumbre por las reservas del toro, siempre a la expectativa.
Lo intentó paciente y sin conformarse nunca, poniéndolo todo y muy por encima de su oponente. Se lo dejó llegar mucho también con Fado, ya en el último tercio, para clavar al violín con el animal cada vez más apagado. No le ayudó nada en el momento definitivo del rejón y pinchó, lo que dejó a Diego sin premio.
Un segundo deslucido
En absoluto fue mejor el segundo, sin raza también y, por ende, igualmente deslucido. Lo manifestó en este caso en su férreo apego a tablas, a los terrenos de la mansedumbre.
No se resignó en ello Diego Ventura, que no le perdió nunca la cara a la pelea en forma de mil recursos por robarle arrancadas imposibles. Lo hizo pisando una y otra vez terrenos igualmente imposibles, como con Bronce, haciendo de cada encuentro un caminar por el alambre por el riesgo que asumió frente a lo deslucido de su oponente.
Pidió la gente el trofeo para el torero de La Puebla del Río, pero el palco anduvo remiso y no lo concedió.
Octavio García El Payo pechó con un lote sumamente complicado, manso, descastado, sin gota para extraer, y por ello, apostó por regalar un toro al que le cortó las dos orejas. Dos orejas también cortó Diego Sánchez, por lo que han compartido la salida a hombros.
FOTOS: MANOLO BRIONES