JEREZ DE GARCÍA SALINAS. A pesar de que es domingo de Carnaval, las calles lucen vacías, no están las personas de las comunidades que ofrecen sus productos. A las 19 horas no hay nadie en las avenidas. La vida del municipio ha cambiado.
Los fines de semana ya no son de fiesta, ya son de manifestaciones de amigos y familiares de jerezanos desaparecidos o sin vida debido a los recientes actos delictivos, que mantienen a los pobladores en un toque de queda no oficial.
“A las siete de la noche no hay nadie en la calle. La gente sabe que puede ser asaltada por sujetos armados en moto y no quieren arriesgarse”, aseguraron los pobladores.
Otra cosa que ha cambiado es que en los jerezanos existe el temor de ser despojados de sus vehículos, por ello prefieran andar a pie o en transporte público y “guardar la troca en la cochera, ahí nadie le hace malicia, aunque uno ya haya pagado la tenencia”, puntualizaron.
También el miedo se apoderó de los jóvenes, pues quienes se dedican a la construcción esperaban a que los muchachos fueran a buscar trabajo; hoy, se les pide que vayan y no acuden porque dicen estar “ocupados”, aunque los comercios lucen vacíos.