El valor no consiste en la bilis, ni en la sangre; consiste en la dignidad
No existe nada más liberador, de la aterrada alma, sobre todo en estos años de muchos balazos y más ideológicos bandazos, que revisar los diarios y leer declaraciones cada día más aterradoras que la figura grotesca de Loret de Mola o la de la intelectual Lily Téllez. Y si de leer se trata, me quedo con Carlos Monsiváis y Efraín Huerta (mi dilecto y comunista poeta). Cada quien que escoja al que quiera, total, algunos son seguidores de Paulo Coelho y Luis Pazos y ni quien diga algo (uyyyy qué miedo).
Desde esta tribuna felicito a mis compañeros docentes, alumnos y trabajadores de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), quienes tomaron las calles de la ciudad capital para manifestar su repudio a la violencia (en todas sus formas), que quiere convertirse en parte de nuestra normalidad. ¡No! La violencia no se quedará a vivir en el rancho, ya es tiempo de invitarla a que se vaya por donde vino (y nada más hablo de vino y se aparece el Tomandante Borolas); sólo la sociedad civil organizada será capaz de enfrentar a quienes amenazan su tranquilidad.
Felipe Calderón nunca imaginó el desmadre que generaría su estrategia de seguridad; más todavía cuando su secretario de inseguridad pública (Genaro García Luna) se dedicaba a otras actividades más lucrativas para él y su familia, pues la quincena sólo era para pagar a la servidumbre. Pero bueno, la derecha sólo funciona dentro de la corrupción como lo ha demostrado el Partido Popular en España (primo hermano del PAN).
Y hablando de enchiladas, me gustaría comentar (carcajadas de por medio), las declaraciones de un grupo de gabachos (mientras el gober se reúne con el embajador de Canadá, para las fotos) que dicen que andan muy asustados por el conjunto de reformas electorales aprobadas dentro del llamado Plan B del partido en el poder. La verdad es que escuchar o leer declaraciones llenas de ignorancia da hueva y sobre todo, algunas viniendo de miembros del parlamento gabacho. ¿A poco ustedes muy democráticos? ¿Siguen negando el derecho al pueblo norteamericano a votar directamente por su presidente? Porque dejen les digo que no siempre el candidato que tiene más votos es el que gana una elección. En el proceso electoral de 2016, Hillary Clinton obtuvo 66 millones de votos y Donald Trump 63 millones. ¿Pero quién ganó? Donald Trump. La razón es que el sistema electoral norteamericano está diseñado para que el pueblo no elija directamente a su presidente, sino que sean los llamados “delegados” de cada estado los que determinen quien será presidente. ¿No que muy democráticos?
Y, ¿dónde está el órgano electoral federal y el Tribunal Electoral de Estados Unidos? Simplemente… ¡No existen! Cada estado de la unión organiza el proceso electoral con base en las disposiciones del Congreso. Por cierto, estos preocupadísimos hijos de Lincoln ¿ya se manifestaron en contra de las leyes de Arizona que restringen el derecho al voto de las minorías latinas y afrodescendientes? Como siempre, candil de la calle y oscuridad de su casa. La verdad es que el sistema electoral norteamericano es muy malo porque hace nugatorio el derecho del voto de sus ciudadanos y no tiene instituciones encargadas de la tutela de los derechos políticos. ¡Ahhhhhhhh, pero como se llenan la bocota para criticar a nuestro país! Queda claro que estos monos están aliados a la derecha conservadora del país (esos mamilas de #ElIneNoSeToca, #MiVotoNoSeToca, #LenchoTeAmamos y cosas por el estilo), que ni por asomo conocen el desarrollo de las instituciones electorales mexicanas. La centralización a las instituciones fue producto de las reformas de 2014 con Peña Nieto y los partidos que hoy chillan por los rincones (PAN, PRI y PRD). Lean, investiguen, o por lo menos pregunten sin miedo en alguna Universidad Pública. Si quieren seguir haciendo el ridículo allá ustedes total, nunca están de más unos bufones en el rancho.