GENARO CODINA. Habitantes de Minillas urgieron un programa de mejoramiento de vivienda, así como el equipamiento y arreglo del jardín de niños y la primaria, como prioridades “ante la pobreza en la que viven”.
La comunidad se ubica a 6 kilómetros de distancia de la carretera estatal a Cuauhtémoc y es el mismo tramo que los habitantes deben recorrer a pie cuando necesitan salir del poblado rumbo a la cabecera municipal de Genaro Codina o Guadalupe, que es a donde principalmente recurren para abastecerse de víveres o médico.
Recorrer este tramo es obligado para los pobladores que quieren tomar el transporte que los traslade, debido a que no hay un camión que entre a esta zona.
Para llegar a Minillas hay que atravesar Santa Teresa, seguido de Ojo Seco y, al final, se ubica la localidad.
Lo único que se tiene de modernidad es la carretera pavimentada y un camino ecológico hasta el templo del Sagrado Corazón, ubicado hasta el fondo de la vetusta ranchería.
Los habitantes dijeron que a pesar de las condiciones precarias en las que vive la mayoría, pues las viviendas aún son construidas con adobe y techos de lámina, las autoridades se niegan a considerarlos a tratarlos como comunidad en pobreza: “no sabemos cómo medirán eso”.
Ello, en referencia directa al gobierno estatal y federal, que son los que determinan la medición de la pobreza para integrarlos a programas que permitan mejorar sus condiciones de vida.
Casa de Salud
Recientemente el ayuntamiento entregó una Casa de Salud construida con recursos del Fondo 3 federal, pero no tiene médico y “menos medicamentos”.
Sin trabajo
Los pobladores no tienen opción de trabajo, por lo que, en el caso de los hombres, la mayoría debe salir a buscar oportunidad en la construcción, principalmente a Guadalupe.
Por su parte, las mujeres tienen como opción ser empleadas domésticas, pero la mayoría se queda a atender a los hijos y su casa.
Educación
Respecto de las escuelas, a pesar de que la infraestructura a simple vista se observa de buena calidad, las madres de familia afirmaron que el kínder tiene un solo salón para los más de 20 alumnos.
Además carecen de todo tipo de material didáctico y de aprendizaje; lo mismo ocurre en la escuela, donde hay más de 40 niños.
Condiciones precarias
Conforme se transitan las calles polvosas de Minillas, con clima semidesértico, salvo la calle principal, el resto no tiene pavimento, aunque sí tienen el servicio de drenaje e Internet y telefonía, no en todas las viviendas hay agua potable o alumbrado público.
Los pobladores expresaron que vivir en este lugar es difícil “ante la carencia de todo”.
Por ello, consideraron indispensable que las autoridades volteen a verlos y a reconocer que hay mucha necesidad, principalmente para vivir en condiciones de mayor dignidad, ello, al mostrar los alrededores repletos de vestigios de minas que datan de principios del siglo 20, que es cuando se fundó el poblado tras la llegada de las empresas mineras.