APIZACO. El matador de toros Diego San Román cortó dos orejas y, por tanto, se alzó como el máximo triunfador del Duelo de Titanes celebrado en la Monumental de Apizaco, donde El Payo saludó con fuerza en el tercio, mientras Sergio Flores y Gerardo Rivera tocaron pelo.
Arranque
Octavio García abrió la tarde con Barba Negra, que tras el puyazo no se la puso fácil a los banderilleros. Con la pañosa, El Payo mostró por la zurda con muleta retrasada que había mando y transmisión allá entre las líneas de los tercios y tablas a un toro de escaso recorrido. Momentos de arte, silencio tras descabello.
Sergio Flores con Ninfo, de Javier Garfias, saludó por verónicas y regaló media de pintura. Tras el puyazo el toro descongestionó y regaló emotivo tercio de banderillas, saliendo al tercio Fernando López, Sergio Flores brindó al presidente municipal de Apizaco, Pablo Badillo. Planteó una faena poderosa, de conocimiento, sitio y oficio ante un ejemplar al que había que llevar muy sometido en los vuelos de la muleta.
Los momentos de mayor conexión con el respetable llegaron con las tandas por la diestra en los medios. Oreja tras estocada entera.
Gerardo Rivera con Trojano, de 475 kilos, que estuvo variado con el capote y solvente en las banderillas. Faena con derechazos largos y templados ante un ejemplar con transmisión y durabilidad. Pinchazo y estocada. Palmas al toro en el arrastre y salida al tercio para Gerardo.
Dos orejas
Diego San Román corta las dos orejas de Xicoténcatl, de Javier Garfias, que acometió con raza y emotividad a la muleta. Diego firme en los medios con tandas templadas por la diestra y por la zurda también la faena tuvo brillo y variedad. Estocada. Palmas al toro en el arrastre.
Segundo de El Payo
Con Andaluz, de 503 kilos, de Montecristo, El Payo regaló detalles pintureros de salida, y con la muleta consintió a un ejemplar que no fue sobrado de fuerza pero que tuvo voluntad de embestir. Pasajes y detalles de arte principalmente por la zurda. Salida con fuerza en el tercio.
El segundo para el matador Sergio Flores se llamó Condesito, con 525 kilos, con el que estuvo firme en la capa. Sergio Flores mostró una faceta de sitio, capacidad y variedad ante un toro que no la puso fácil, pues sabía lo que dejaba detrás. La afición le reconoció en todo momento su férrea entrega. Saludo en el tercio.
Regresa Rivera
Brujo, con 469 kilos, de Javier Garfias, fue el segundo toro para Gerardo Rivera, que se jugó la piel sin dudarlo. A milímetros de los pitones realizó faena que puso al público al filo de sus asientos. Se entregó en la suerte suprema para facturar una oreja tras fuerte petición del respetable por la segunda que no se concedió.
El cierra plaza se llamó Tepeño, de Montecristo para Diego San Román, que en la faena de muleta expuso y quiso ante un ejemplar que no ofreció opciones. Palmas tras descabello.
Fotos: Manolo Briones