Luego de haber cortado dos orejas en la plaza de toros de Mérida, Yucatán, el pasado domingo, el rejoneador Diego Ventura viajó este lunes a España tras haber concluido su temporada mexicana en el primer sitio del escalafón del presente 2023.
Entre enero y febrero toreó ocho corridas de toros con un balance de 17 orejas, dos rabos y un indulto; además de las corridas que toreó desde su llegada a México para la presente campaña invernal, que incluyó una primera etapa del 25 de noviembre al 31 de diciembre, en la que participó en seis corridas en las que cortó diez orejas y un rabo.
Antes de abordar el avión Diego Ventura escribió la presente carta para agradecer el apoyo de la afición que valoró su este esfuerzo para cerrar su campaña a pesar de padecer dos lesiones de consideración (clavícula y peroné).
A partir de ahora, se atenderá de las mismas para dar inicio al periplo con el que conmemorará sus XXV años de magia en el ruedo, la cual dará inicio en breve en plazas de Europa, para volver a tierras mexicanas a partir de octubre.
Hoy toca decirte hasta luego, México. Hasta luego porque, contigo, ninguna despedida será nunca un adiós. Y te digo hasta luego porque en octubre volveremos a vernos con más ganas que nunca. Y es de justicia que lo primera sea dar las gracias a la familia Funtanet, como siempre digo, mi familia mexicana. Sin ellos, nada sería posible. Gracias a mi querido Quico, mi anfitrión, una persona con un corazón único. Gracias a José y Javier, que son como mis hermanos y con quienes tanto he disfrutado en El Ciervo trabajando cada día sin parar.
Gracias también a Alejandro Amieva y José Corral, así como sus esposas, Fer y Luisa, tan pendientes de nosotros para que nada nos faltara y para hacernos sentir tan a gusto y tan cómodos. Gracias también a Jorge Hernández y toda su familia, a quienes quiero mucho porque todas sus atenciones les parecen pocas para hacerme sentir como en casa. Como así también me sentí en El Salitre de la mano de Diego Miembro, tan volcado siempre con los míos. Gracias, tocayo, a ti y a nuestro querido Calesa. A mis amigos de Yucatán, don Ernesto Rodríguez y su hijo Geral, cuya casa ha sido también la de mi gente y mis caballos. Cada día con vosotros en Yucatán fue increíble.
Mi gratitud más sincera igualmente a la Familia Ordaz, impecables anfitriones, tan cariñosos. Y en especial, a ti, Quico Ordaz, por hacer de la vida una diversión tan bonita. Como la familia Torres Landa, junto a la que me quedó el sueño cumplido del indulto del toro Pintadito. Entre el dolor por su pérdida, al menos, nos queda el consuelo de haberlo vivido junto al gran jefe, El Pollo, en su Plaza de Juriquilla. Fue el último toro que pudo ver, por eso es tan especial el recuerdo que me queda de haberlo podido gozar junto a él.
Y, por supuesto, de una manera muy especial, gracias a todos mis seguidores, a la gente que fue a verme a cada plaza y desde tantos sitios para, como yo a ellos, entregarse al cien por cien cada tarde para que todo haya resultado así de mágico. Aquí os dejo un trocito de mí en estas palabras que saco de lo más profundo de mi corazón porque cada temporada en México es aún más especial para mí por los momentos tan increíbles que puedo vivir. octubre está a la vuelta de la esquina y volveré con más ganas para engrandecer la Fiesta aquí, para ayudar a todos mis compañeros rejoneadores y a todos esos ganaderos que siempre me tendieron su mano: Pepe Marrón, Teófilo Gómez, Enrique Fraga, Zacatepec, Villa Carmela, Cerro Viejo y Venta del Refugio. Ganaderos que han puesto en mi camino de estos meses tantos toros de triunfos para que cada tarde fuese especial. No tengáis duda alguna de que seguiré junto a vosotros para hacer más grande el toreo en vuestro país, que es el mío también.