AGUASCALIENTES. Decía el maestro Santiago Martín El Viti que para ser figura del toreo, se necesita tener “cabeza, arte y valor”, pero, ¿qué es el valor en la tauromaquia actual?
El término puede confundirse muchas veces con el tremendismo, el arrojo o la determinación, pero el concepto debe ir más allá. Valor es arriesgar, entregarse, expresar en cada muletazo todo lo que tu mente y cuerpo sienten, y, sobre todo, hacerlo con el alma.
Este lunes, Diego San Román nos recordó que ese término tan gastado y muchas veces tan demeritado, sigue traspasando el tiempo. Y la verdad sea dicha, su valor quedó de manifiesto en todas y cada una de sus expresiones.
San Román se superó en una tarde donde todo cobró un sentido diferente, ante su apuesta, ante quien dejó la piel y el alma, cuatro orejas y un rabo, y una salida a hombros plagada de verdad.
Joselito Adame y la honradez torera, la búsqueda incansable de refrendar el sitio ganado, lo llevaron una vez más a dar una gran lección.
Supo entender un complicado lote a cabalidad, con una solvencia y cabeza fría dignas del más claro aprendizaje. Con su segundo, se ha llevado una voltereta que ha impactado a todos los presentes, quedando conmocionado sobre el ruedo de la Monumental Aguascalientes.
Momentos que estremecieron y erizaron la piel ante la incertidumbre de lo que pasaba; minutos que se hicieron eternos a la espera de una noticia alentadora. Emilio de Justo pasaportó al toro y de pronto el alma volvió al cuerpo, pues Joselito que llevaba una cornada en la pierna derecha salió a agradecer al público. ¡QUE GRANDEZA!
Emilio de Justo ha tenido un buen paso por la Monumental Aguascalientes, detalles del toreo de clase y empaque, mostrando una pinturería con la que conquistó una vez más al público hidrocálido. Una oreja con valía, de peso.
La jornada de Emilio de Justo
El Chivo, abre plaza de 490 kilos, de San Miguel de Mimiahupam, para Emilio de Justo, que estuvo breve con el capote. En el comienzo, lo sometió con mucho mando, por bajo, flexionando, adornándose con el molinete; ya de pie, en los muletazos de trámite.
El viento no fue fácil, soplaba con fuerza: ráfagas que incomodaban al descubrirlo, buscando entonces el encuentro del terreno donde pudiera sortear el fuerte aire.
Se impuso, poderoso, dispuesto, con un toro que arreaba, y punteaba, y así, cuajó muletazos por derecho, alargando el trazo, ligando dos series con pundonor. Con la muleta en la zurda, de uno en uno, con toque firme, pues el viento no dejó de incomodarle, sacando las embestidas al toro que fue reservón.
Regresó por el derecho, con muletazos relajados, sintiendo, andando con naturalidad y rematando con el de pecho a través de mucho temple.
En los pasajes finales, dejó la absoluta entrega, en una serie con mucho ritmo, lleno de firmeza. Pinchazo y estocada para saludar con fuerza en el tercio
Joselito Adame contra Amorcito
Amorcito, de 517 kilos, segundo de la tarde, correspondiendo en suerte a Joselito Adame, devuelto. Saltando, Muñequito, de 496 kilos, segundo bis, también del hierro titular.
Buen comienzo de Adame con el capote al torear por chicuelinas. Se adornó también con variedad en el quite. No fue fácil el comienzo de faena, un toro tardo, sin transmisión, con ese fondo de nobleza, pero embistiendo a cuenta gotas, llevando la cara alta.
Adame supo esperar, dando el tiempo y la distancia, y robando dos series. Aguantó los parones del toro, convencido de que tenía que agotar todos los recursos, y lo hizo sobrado de esa técnica y poder que le caracteriza.
Rompió con mando en una serie donde todo el mérito lo tuvo él, cuanta verdad manifiesta, y puesta para sacar una serie con esa entrega. Se metió entre los pitones, sin dar tregua, luciendo, poderoso. El espadazo en buen sitio para que el toro doblara con prontitud, cortando una oreja.
El temerario San Román
Cobos, de 492 kilos, tercero de la tarde, para el queretano Diego San Román, que temerario comenzó su faena de muleta, un cambiado por la espalda, y al momento de querer ligar el segundo, sobrevino la fuerte voltereta.
Regresó a la escena San Román, quien tiene un sobrado valor que no le cabe en el cuerpo. Prendido de fea manera, y otra vez con derechazos infinitos, tan cerca de los pitones que el miedo se respiraba en una escena donde nos queda claro que San Román lo entrega todo. Mató de gran estocada para cortar las dos orejas.
Tarde brava
Emilio de Justo y la buena nota con Campirano, de 516 kilos. Faena que comenzó por bajo y había tenido como prólogo su buen saludo capotero; corrió la mano diestra, pulsando, con temple, bajando la mano, y aquilatando series ligadas con la figura muy erguida.
También lo intentó por el izquierdo, apuntando esos buenos trazos; sin embargo, regresó a la senda derechista, y continuó con ese toreo de pellizco y sentimiento. Certero con la espada cortó una oreja.
Añorado, de 497 kilos, quinto del festejo, al que Joselito Adame saludó de rodillas, poniendo el ánimo en lo alto cuando se recreó por zapopinas en el quite.
Flexionando la pierna de salida comenzó su faena de muleta. Con la diestra, y otra vez con el viento, decidido y valiente extrayendo los muletazos. No resultó fácil el de San Miguel de Mimiahupam, punteando el engaño, pero Adame echó mano de los recursos para poderle.
Porfiando, fue construyendo una faena donde otra vez ha puesto todo, y al final, la recompensa llegó, con una serie portentosa por el pitón derecho. El toro que comenzó avisar le prendió, y lo ha vuelto a levantar en momentos de dramatismo total al quedar conmocionado.
Hierbabuena, de 488 kilos, para un Diego San Román que llegó a por todas, solvente, claro de ideas, arrimándose. El astado con ese peligro, pendiente de los movimientos del torero que se enrazó y consiguió una serie con cuatro muletazos de buen calado.
San Román mantuvo la cabeza fría para continuar la apuesta por el pitón derecho; aguantando también los derrotes del toro en una serie donde volvió a mostrar su poderío y ganas de agradar.
Los pitones en los muslos, abandonado, roto, con el alma en las manos y con una plaza a sus pies, que al unísono ha gritado ¡Torero, torero! Gran estocada para cortar dos orejas y un rabo.
Ficha
Decimoprimera corrida de toros del Serial Taurino de la Feria Nacional de San Marcos: tres cuartos de entrada en tarde cálida con ráfagas de viento. Toros de San Miguel de Mimiahupam, de juego variado. Emilio de Justo, salida al tercio y oreja. Joselito Adame, oreja y cayó herido. Diego San Román, dos orejas y dos orejas y rabo.