NOCHISTLÁN DE MEJÍA. Este domingo miles de personas disfrutan del Día del Hijo Ausente, una celebración que se instituyó en 1962, cuando el entonces cardenal arzobispo de Guadalajara firmó un decreto religioso para instituirla en la región. El festejo se une a la peregrinación anual de la Virgen del Rosario venerada en Toyahua.
El último domingo de julio de cada año se reúnen alrededor de 4 mil paisanos, la mayoría proveniente de Estados Unidos y de otras entidades del país, para celebrar a los hijos ausentes. La conmemoración es una de las más antiguas que honra a los migrantes en Zacatecas. La primera actividad que se llevó a cabo este día fue un desayuno.
La recepción oficial se realizó a las 12 horas, con una misa solemne que culminó en una procesión por las principales calles con la imagen de la Virgen del Rosario. La celebración culminará hasta en la noche, con un baile de cierre.