ZACATECAS. Es necesario reconocer a todos los padres de familia que tienen un hijo con alguna discapacidad por la atención que requieren, aseguró la directora del Instituto para la Inclusión de Personas con Discapacidad, Miriam García Zamora.
Recordó que hace 15 años, tras un accidente automovilístico, quedó con una lesión medular que le dejó sin movimiento en ambas piernas y fue su padre quien le brindó todo el apoyo necesario para recuperarse de sus heridas físicas y emocionales.
Mencionó, como parte de su historia y con la voz quebrada por el llanto, que “en el accidente también perdieron la vida mi madre y hermana. Sin embargo, mi papá no asistió a los funerales de ninguna de ellas por quedarse a mi lado en el hospital”.
Reconoció que “como hija y durante muchos años no me di cuenta del gran trabajo de mi padre, por estar ahí, solo se separó de mi lado cuando fue al entierro de mi mamá y mi hermana, nunca me dejó sola”.
Lo anterior lo narró durante el conservatorio Discapacidad y familia desde la vivencia de los padres, donde Miriam García abundó que “es necesario voltear a ver el esfuerzo que requieren las familias con personas discapacitadas para sacarlas adelante”.
Durante el conversatorio participaron padres de familia con discapacidad de nacimiento y adquirida, los cuales tienen hijos con y sin discapacidad.
Limitante
César Orlando Betancourt Quirino, con discapacidad auditiva de nacimiento y padre de tres hijos sin discapacidad, dijo sentirse extraño al ser el único en la familia con esta condición, “intento hablar o expresarme con ellos, pero se limita la comunicación. Siempre me esfuerzo en dejarles una enseñanza positiva para que les ayude en su educación en un futuro”.
Agregó que el consejo que puede dar los padres de familia “es que siempre tengan esa interacción padre e hijo, aún con las limitaciones que una discapacidad significa; ellos nunca olvidarán sus esfuerzos”.
Trabajo en equipo
Juan Manuel de Luna Aguilera, con discapacidad motriz, padre de una niña con discapacidad intelectual, aseguró que lo complicado fue en su infancia, “ya que mi padre me tenía que llevar en hombros, porque no podía caminar bien y el sufrir de bullying en la escuela complicó todo, al punto de querer dejar mis estudios; gracias a mis padres que no me sobreprotegieron, pude superar estas dificultades”.
En cuanto a su hija, comentó que “fue complicado, ya que se tiene que acostumbrar uno a poner más atención en sus actividades, pero, gracias a mi esposa y el trabajo en equipo, somos una familia feliz”.
Alfredo Olvera López, con discapacidad adquirida por la amputación de sus dos brazos y su pierna izquierda, es padre de dos hijos, quien mencionó que tuvo muchos problemas por sus adicciones, al punto de tener un accidente con un tren, que le generó una discapacidad, “pero no recuerdo nada de eso”.