FRESNILLO. La Comisión de Educación y Cultura del Ayuntamiento de Fresnillo solicitó dar de baja en sesión de cabildo a 37 obras de arte que fueron robadas de las salas-museos Mateo Gallegos, Tomás Méndez Sosa, Pedro Valtierra, Daniel Peralta y Francisco Goitia.
Lo anterior fue revelado por el alcalde Saúl Monreal Ávila, quien aseguró que después del hurto en el Ágora José González Echeverría se realizó la denuncia ante la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE).
Por el suceso, fue abierta la carpeta de investigación u15572023-5 y el oficio 526/2023, la cual fue interpuesta por la síndica Argelia Aragón Galván y el contralor municipal, Arturo Torres Luna.
Las obras hurtadas
En la sala del artista Mateo Gallegos se robaron dos pinceles, un bote de tinta china, una cuchilla de metal, escuadras de madera, y crayones de cera.
De la sala Tomás Méndez Sosa falta un paliacate amarillo, una lámpara color negra con pantalla, un cuadro del artista Guillermo Errecalde; así como distintas fotos de Tomás Méndez, una con Guillermo Sipina con Carlos Larrea y otra con Lola Beltrán.
En el museo Pedro Valtierra fue robada la biografía del fotógrafo, una reseña de Juan José Macías y 11 cédulas de plástico con ficha técnica.
De la Sala Francisco Goitia se detectó la falta de un cuadro con fe de bautismo del pintor, expedido por la parroquia de Nuestra Señora de la Purificación.
En la sala Daniel Peral hurtaron una mascarilla mortuoria del artista en bronce, plato de residuos, paisaje de atardecer y 13 pinturas en óleo con pequeños y una tela.
Por último, en la sala Manuel M. Ponce falta el libro del compositor fresnillense; un discurso inaugural del artista en la escuela de canto litúrgica y religiosa clásica, de París de 1900; los libros hispanomexicano 55 y de poemas.
Además de las partituras de “Mi alma”, de Rafael Obligado; el distintivo de la Segunda Conferencia Nacional de Músicos; cuadro con partituras metamorfo y Programa de Mano de casa de música.
Afectación al patrimonio cultural
El regidor Juan Cristóbal Félix Pichardo recalcó que “el hecho de desincorporar no significa renunciar a recuperarlo, por ello se interpuso la denuncia y se realiza una investigación”.
Refirió que la persona que robó estas obras afectó el patrimonio cultural, “no es cuestión menor que podemos dejar pasar, no se sabe lo que pasó. Este tipo de piezas no son de valor económico, pero tiene un gran valor cultural y patrimonial y quien se lo llevó es gente que sabe lo que se robaba. [Es] cuestión de ego personal y presumir a sus allegados que tienen esas obras”.
Agregó que las piezas fueron embaladas y guardadas cuando fue restaurado el recinto histórico; tras finalizar su remodelación, fue cuando se contabilizaron las piezas y se detectó la falta de esas piezas consideradas históricas.