MOMAX. A falta de medidores, habitantes hacen un uso desmedido del agua, a través prácticas como regar sus parcelas durante 24 horas, sin que se tenga un registro exacto de lo desperdiciado, puesto que las viviendas no cuentan con medidores.
Por ello, el alcalde Salvador Cabral Mota aseguró que platicó con los regidores para plantearles la instalación de medidores, “pero es una cosa delicada; saben que es un tema delicado; es una bronca que se echarán todos”.
Precisó que ha planteado como primer paso realizar visitas a las viviendas y dialogar con los habitantes, para hacerles ver la necesidad de tener un medidor, que mantendrá un mayor control del uso del agua, además de que podrá mejorar el servicio.
Morosos de 15 años
La razón de por qué la sequía no ha llegado a Momax, a diferencia de otros municipios, es porque cuenta con dos manantiales, que históricamente han abastecido a la ciudad.
Esto mismo ha convencido a los habitantes de no pagar el agua, porque argumentan que les pertenecen estos espacios naturales.
Ante lo cual, Cabral Mota precisó que “se olvidan de que el agua, al llegar entubada, debe recibir mantenimiento, repararse fugas y una serie de trabajos que cuestan”.
Cabe señalar, que actualmente una vivienda, así como negocios (temazcales, tortillerías o autolavados), pagan alrededor de 70 pesos mensuales, sin importar el agua utilizada.
Aun con ello, y aunque el cobro es regularmente anual (con un costo de 800 pesos), hay deudores que deben hasta 15 años de servicio, reconoció el alcalde, quien lamentó que la gente sigue resistiéndose a que les pongan medidores y a pagar lo justo por el agua que les llega a las tomas domiciliarias.
Penalizaciones
El presidente municipal advirtió que quienes estén lavando banquetas con manguera, dé agua al ganado o rieguen los sembradíos con agua potable, serán sancionados.
Recordó que el agua potable solo es para uso doméstico, por lo que recordó el número de la comandancia de policía: 9910243 para denunciar a quienes hagan mal uso del servicio.
Por otra parte, informó que como en la mayoría de los municipios ocurre, cuando comienza la temporada de calor, quienes padecen la falta de agua son los de las partes altas, que se abastecen con un pozo que despacha unas dos pulgadas de agua, contra las 11 pulgadas que llegan de los manantiales a la ciudad mediante tres grandes tubos.