La familia y el estadio
Mineros de Zacatecas vive buenos tiempos de futbol en el terreno de juego: se mantiene en los primeros lugares y la gente responde desde la tribuna en cada oportunidad que acude en familia.
Desde la previa, en el Minero Fest, ya se siente un ambiente festivo con las diversas activaciones de los patrocinadores (venta de comida y bebidas), y la afición comienza a aceptarlas de buena manera.
En el estacionamiento se ve a las familias que llegan portando con orgullo la playera vinotinto del equipo de casa, también uno que otro perdido con la de su equipo de primera división. En el lugar domina un ambiente armónico.
También están los amigos que llegan en grupitos después de salir del trabajo o incluso de la escuela, chicos de secundaria y de preparatoria que se integran a la pasión por Mineros.
Revivió la pasión
En las gradas revivió una pasión que se creía muerta, esto gracias a la unión de los diversos frentes de la hinchada minera, como lo son la División del Norte, La Toma de Zacatecas, La Vieja Guardia y La Banda de Guadalupe, que en conjunto hacen a La Banda de Mineros.
Ellos le han puesto soundtrack al estadio y un ambiente pambolero con la Murga Los Artilleros de Villa, que cada día suena mejor y le pone esa sazón al futbol zacatecano.
Apoyo total
La afición zacatecana era considera fría, poco participativa, pero las buenas actuaciones de los jugadores en el terreno de juego han motivado a la tribuna.
La afición, tanto la preferente como la popular, vitorea al equipo, sueltan un “Mineros, Mineros”, hacen la ola y hasta prenden la linterna de su celular cuando cae la noche.
Se está recuperando el ADN Minero, ése que se tuvo cuando el equipo apenas nació. Esto es una motivación mutua entre directiva, jugadores y afición, una conexión que no se debe romper, porque Zacatecas necesita alegrías entre tanta bruma del contexto social.