JURIQUILLA. Una noche espléndida con un llenazo imponente, como hacía mucho tiempo no se veía en Juriquilla, fueron el marco del triunfo de Guillermo Hermoso y de Diego Silveti, quienes se repartieron cuatro y dos orejas, respectivamente. Salieron en hombros.
Guillermo a tope con los dos y Diego tuvo el rabo en la mano, pero la estocada recibiendo, increíblemente, no hizo que el toro doblara pronto. Los cinco meses de rehabilitación, no se notaron en el ánimo del diestro de Guanajuato.
Los toros de Marrón fueron la materia ideal, destacando cuatro de ellos, de un lote muy bien presentado; gordos, finos y de bellísima lámina.
Arrastre lento al octavo de nombre Cumplido y vuelta al ruedo del ganadero José Marrón con Diego.
Pablo Hermoso y Octavio García El Payo, pudieron triunfar también, pero se fueron las orejas al fallar a espadas.
La cátedra de la figura española dejó hoy sabor de cuajar más una de reconocimiento y de cariño, que una campaña de despedida. Estuvo en maestro de maestros.
Decir que El Payo derramó arte y clase esta noche es constatar lo que de sobra tiene: un gran gusto y una manera de torear excelsas, dejaron constancia de arte y desilusión al fallar con la espada.
La noche de Pablo Hermoso
Secretario, de 573 kilos, de la ganadería de Marrón fue el abre plaza para el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, que brindó su actuación a la familia Torres Landa.
El saludo lo firmó con Regaliz, rodándose con mando para dejar el primer rejón de castigo. La clase y el temple se aquilataron desde las primeras notas.
El toro fue a menos muy pronto, pero no así la doma perfecta del caballista que pisó los terrenos comprometidos, siempre de frente, dejando al paso la espectacularidad.
Un perfecto carrusel en los lomos de Fénix fue el gran cierre de una actuación convincente y de buenos momentos por parte del rejoneador navarro. Errático con el rejón de muerte se retiró en silencio.
Hermoso de Mendoza firmó una actuación de alto nivel y maestría con el quinto de la noche con una faena que fue a más, en entrega y en intensidad, siempre con las notas de la clase, con la gran conexión en el tendido. Falló con el rejón de muerte. Palmas.
La dimensión de
Hermoso de Mendoza
Jardinero, de 513 kilos, de la ganadería de Marrón fue el tercero de la noche al que Guillermo Hermoso de Mendoza no dudó en dejar el primer rejón de castigo.
Berlín, y la excelente conjunción en una apuesta perfecta por el torero temerario y con la diversidad de las suertes.
El mérito fue de Guillermo que se arrebató en una entrega sin medida poniendo todo lo que le hizo falta al de Marrón.
Gran rejón de muerte para que el ejemplar doblara de inmediato y el rejoneador pudiera cortar dos orejas.
Turronero, de Marrón, permitió a Hermoso de Mendoza dimensionar su toreo en una actuación vibrante en la que lució su gran nivel, acertando con el rejón de muerte para cortar dos orejas tras la mayoritaria petición.
La clase de El Payo
Velador, de 525 kilos fue el segundo de la noche, del hierro titular de Marrón y primero del lote del queretano Octavio García El Payo, que lidió con parsimonia y cadencia con el capote, emanando las fibras más sensibles de su toreo.
Muy suave también fueron los primeros muletazos, sin forzar al ejemplar y con esa naturalidad que pulsa y templa.
Al animal le faltó fuerza y por eso fue llevado tan despacio cuando El Payo toreó con la muleta derecha.
Así fueron dejándose los instantes que marcaron una faena de calidad. Estocada en buen sitio para pasaportar con prontitud al toro. Palmas.
Bandolero, de 500 kilos, fue un ejemplar que dimensionó la grandeza y buen toreo del queretano.
Una faena que fue creciendo con intensidad y fuerza bajo la firma de la clase, la autenticidad, y el reposo en las series donde el trazo fue largo, profundo y plagado de sentimiento y pureza.
Por el izquierdo, a compás y ritmo roto, con las emociones vivas en una escena compuesta por la armonía y temple; una obra a la que solo le faltaba la buena rúbrica, que desafortunadamente no llegó.
Silveti y su gran regreso
Solterón fue el toro que marcó el regreso de Diego Silveti a los ruedos, variado el saludo capotero.
Una faena construida con la entrega y firmada por los buenos momentos. La faena por nota de Diego Silveti con el cierra plaza de nombre Cumplidor, de Marrón. Faena que fue a más, teniendo un exitoso regreso a los ruedos, pues cortó dos orejas.
FICHA
- Juriquilla, Querétaro
- Plaza de Toros Provincia Juriquilla
- Lleno de «Agotado el boletaje», en noche fría y sin viento
- Toros de Marrón, bien presentados, entre los que destacó el octavo que recibió arrastre lento
- El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza: palmas en su lote
- Octavio García El Payo: palmas y división de opiniones
- El rejoneador Guillermo Hermoso de Mendoza: dos orejas y dos orejas
- Diego Silveti: palmas y dos orejas tras aviso.