Cuáles sociedades civiles
Soy sociedad civil. Qué tiempos vivimos en la política mexicana que se disfraza la tendencia ideológica con la llamada sociedad civil. Esta discusión fue interesante entre amigos de izquierda y derecha, cuestionando el término usado por miembros de partidos políticos o personajes que no tenían cabida en ellos.
Tema relacionado en los derechos de esa sociedad civil se dio con la inclusión de candidaturas independientes, en el supuesto de que como ciudadanos tenían derecho a ser elegidos por la población sin pertenecer a partido alguno.
Se dieron casos siguiendo los preceptos legales para ser nominado como “candidato independiente”, presentaron su candidatura presidencial personajes como Jorge Castañeda, impulsor de Vicente Fox y correspondido por el mismo, con el cargo de secretario de Relaciones Exteriores, con resultados predecibles -baja participación de ciudadanos a su candidatura-.
Otro que creó expectativas en pequeños grupos de jóvenes fue la de Pedro Kumamoto, en Jalisco, con claro desconocimiento de su parte en la formación de partidos y de cultura política respecto a la participación democrática ciudadana, no solo nacional, sino también la internacional.
Kumamoto insistió y para ello creó su partido Futuro (con unos cuantos militantes y la pérdida de simpatizantes), ante la desilusión que generó el gobierno de Enrique Alfaro de Movimiento Ciudadano (al que apoyó en su momento).
También, sin entender y sin conocer de auténticas políticas sociales, este personaje, crítico de partidos “tradicionales”, también arremetió contra Morena cuando en 2021 dijo: “Quiero decirles que hoy estamos en una elección que nos plantea elegir entre el pasado o dar el siguiente paso. El pasado, representado por Morena, ha recortado apoyos a la cultura, medio ambiente y a la prevención del delito, quedando a deberles mucho a los jóvenes”.
Hoy, Kumamoto hace una rectificación importante, establece alianza con Morena. Ya no es tan joven, probablemente razonó que hay de políticos a políticos y, López Obrador, así como Claudia Sheinbaum, no son como los rapaces que siguen existiendo en el PRI y en el PAN.
¿Les creará más desilusión Kumamoto a aquellos que simpatizaban con su proyecto o entenderán que es posible rectificar el camino?
Tristes resultados de estos independientes que en muchos casos son apoyados por fuerzas de la derecha, la decisión la tomaron los empresarios del estado, que en realidad no perdían nada, ya que sus privilegios seguirían intactos. Todo para disminuir votación a la izquierda, cuando los partidos de derecha pierden credibilidad, el caso de Jaime Rodríguez El Bronco en Nuevo León fue patético, un gran fraude al no gobernar el estado, además de reconocerle actos de corrupción.
Este fenómeno político se presentó en otros países e igual de dañino para la sociedad fue la presidencia de Alberto Fujimori, que se presentó como independiente. Fue el verdugo de los grupos radicales guerrilleros del Perú. Hábilmente para reforzar su estrategia caudillista y autoritaria, cierra inconstitucionalmente el Congreso y pone uno a su disposición, así se dio una etapa de corrupción y terror. Finalmente llegaría a ser encarcelado por los actos de corrupción.
Hoy cambian de estrategia las fuerzas de derecha, haciéndonos creer que representan a la “sociedad civil”, tan nombrada por segmentos políticos que disfrazan su falta de fuerza en el electorado con membretes como Vamos México o Frente Amplio por México (FAM), representan a los propios partidos que las forman son una parte de la sociedad que intentan llegar (o recuperar) el poder, no representan, para nada, a la sociedad en su conjunto.
Va adelante. Con la estrategia que planteó Morena para elegir a sus candidatos desde Claudia Sheinbaum y ahora, los que podrán llegar a ser gobernadores, dejó atrás al grupo de partidos que se dicen representan la alianza del FAM.
Ya hay candidatos que incorporan en mayor proporción a militantes de izquierda, la primera, Clara Brugada en la Ciudad de México (CDMX). También competirá Rocío Nahle en Veracruz, que era una inminente ganadora por la labor desde que era legisladora en temas de energía, además, después de cumplir con difíciles cometidos en la planeación energética en el país con la reestructuración de las plantas de refinación y la nueva de Dos Bocas. El carácter de los Nahle se ha demostrado.
La opositora Xóchitl Gálvez no da una; en su subconsciente, el estorbo del priísta Alejandro Moreno la hizo decir: “Primero, yo no invitaría a Manuel Bartlett jamás a mi gobierno, nunca. Ni a Alito ni a Nacho Ovalle”, durante su gira en Sonora. De risa la Gálvez.